Tintorerías

Osvaldo Excoffier... el último tintorero

Se celebró ayer el Día del Tintorero y LA RAZON visitó al único que nos queda en Chivilcoy; con su local en la avenida Ceballos al 381, con titularidad de su hija María de los Angeles, Osvaldo nos habló de una profesión que se ha ido extinguiendo
miércoles, 23 de septiembre de 2020 · 09:21

En la recorrida diaria, LA RAZON visitó la única tintorería que queda en la ciudad, en la actualidad, es propiedad de María de los Angeles Excoffier, pero el tintorero de raza es su padre Osvaldo, con quien hicimos el grueso de la nota: “Llevo 60 años en este oficio, empecé trabajando con mi tío, en Tintorería París, que estaba en la avenida Calixto Calderón, le hacía el reparto de las prendas.

En el año ´80 falleció mi tío y me independicé y sigo en este oficio; al principio estuve en Pueyrredón 110, después pasé a General Rodríguez 88 y éste de la avenida Ceballos es el último. Estudiaba y trabajaba, dándole una mano a mi tío; fui a la Escuela Industrial (EET) con la idea de seguir ingeniería, pero la situación no dio para esa carrera, me faltaban dos materias para recibirme, me dediqué a la tintorería; estuve 19 años con él.

En la tintorería la limpieza a seco es lo más importante, después está el planchado, la limpieza a vapor, la mayor parte del trabajo es sobre los trajes, ropa de fiestas, el resto es secundario; la limpieza a seco es única.

Fui aprendiendo con el tiempo, a medida que trabajaba con mi tío, iba observando todo y aprendí rápido a manejar las máquinas, fundamentalmente la limpieza a seco; cuando dejé la escuela, me metí más de lleno; no somos familia nativa de Chivilcoy, somos de General Villegas, en ese momento mi papá se vino a Chivilcoy (él era sastre), lo que me ayudó, porque en este oficio hay que conocer la tela, es fundamental. La verdad que tuve siempre mucho trabajo; el año 2002 fue muy crítico para todos, la actividad cayó bastante, pero seguí firme y acá estoy.

Los oficios se van terminando, zapateros quedan algunos, pero no son muchos, sastres pasa lo mismo, la confección los fue absorbiendo, además pasa que los jóvenes no quieren aprender, cuando estuve en la calle General Rodríguez, tomé a dos muchachos, pero no querían saber nada.

El manejo de las máquinas

Al preguntarle a Osvaldo por la parte complicada del trabajo, comentó: “Hay contras, por ejemplo prendas que no se pueden limpiar a seco, porque son engomadas, ahora viene mucho elastizado y otras que no se pueden limpiar a vapor; las dos son difíciles de tratar, pero lo más importante es

conocer la prenda, la tela, de ahí en más lo vas manejando; teniendo un padre sastre, tenía una visión de lo que eran las telas y que tratamiento les va mejor”.

Fallidos con los clientes

Como en toda profesión u oficio, siempre están los momentos que no son del todo felices, a Osvaldo le preguntamos si se le quemó alguna prenda, cómo lo resolvió y contó: “Aun teniendo experiencia, pasan cosas, recuerdo una campera, engomada en la parte interna, la separé –tenía un empleado en ese momento-, cuando me descuidé el muchacho la pasó a la máquina de limpieza a seco y se la repusimos al cliente, porque hay tener responsabilidad en un negocio; en otra oportunidad, pasó con un vestido de lunares grandes, la mancha estaba justo en el lunar, la voy a desmanchar y se me borró el lunar; son cosas que pasan como en todos los oficios o profesiones”.

La pandemia

Consultado Osvaldo Excoffier por cómo los trata la pandemia, respondió: “El trabajo aflojó mucho, porque nosotros nos manejamos mucho, en su gran mayoría, con los trajes, los vestidos, ropa de fiesta y en estos últimos meses, a raíz del virus, no hay fiestas (casamientos, cumpleaños de 15), la gente está mucho adentro y mantiene más la ropa; un cliente fuerte nuestro es el abogado, pero  también trabajan por internet y usan menos los trajes.

Sin duda que la pandemia nos perjudicó bastante; primero estuvimos más de dos meses parados, pero las lavanderías sí pudieron seguir, es parecido, pero lo decidieron así; la gente me llamaba y no tenía explicación, además tenía mucha ropa dentro del negocio; cuando pudimos abrir empezamos a sacar, entregamos a domicilio durante unos días, hasta que nos organizamos, fue como empezar de nuevo. Habiendo trabajo parejo, podemos hacer 40 prendas por día, trabajando 8 horas y solo; ahora estamos menos horas porque hay menos trabajo.

No hay diferencia en cuanto al varón o la mujer sobre la cantidad de prendas que nos ingresan, es muy variado; en invierno tenemos más trabajo, en verano hay que aguantar el calor de las máquinas, no es fácil.

Los gastos siguieron, los costos de los productos que usamos, tienen valor dólar, a eso hay que agregarle los servicios (tenemos nueve motores trifásicos), aunque no todos trabajan a la vez, la máquina de limpieza tiene tres, centrifugado cuatro, la caldera, el secador vacío, el planchado. El costo de la prenda no cambia por una mancha o más cantidad, hay que limpiarla íntegra igual; es cierto que el precio de la tintorería es más caro que la lavandería, pero es otro tipo de prenda; un saco, un traje, un tapado, no se puede lavar; el solvente que usamos nosotros tiene un costo altísimo”.  

María de los Angeles, la titular del negocio desde hace dos años, contó pormenores de la actividad en el mostrador: “Si hablamos antes de la pandemia, cuando la gente estaba más activa, venían con más exigencia, pero hay que controlarlos y manejar los tiempos del trabajo que hace mi papá; en este último tiempo la actividad mermó mucho, la gente está adentro, tiene mucho miedo, trata de salir poco. En cuanto a los gastos tratamos de seguir comprensivos con las personas mayores, nos adaptamos a ciertas situaciones, pero también tenemos que manejar los costos, porque los servicios y los productos están muy caros; hay que mantener un negocio que es familiar y que tratamos de salvarlo, desafiando los momentos que estamos pasando; la situación es difícil para todos. El mostrador tiene sus cosas, pero hay que mantener la calma, la gente anda nerviosa y uno tiene que tratar de contenerla de alguna manera”.

Cuando Osvaldo Excoffier (casado con María y padre de Paula -abogada- y María de los Angeles –titular del negocio), comenzó como independiente en el año ´80, había nueve tintorerías, a medida que fue pasando el tiempo colegas fueron falleciendo y no dejaron herederos en la profesión, por eso es el único tintorero que queda en Chivilcoy.

Comentarios

24/9/2020 | 20:20
#164795
Feliz dia cuantos recuerdos me trae x me dejo mi saco y sacon d paño DIVINO para mi casamiento Dios los bendiga SIEMPRE recorrido pregunté x una tintorería en chivilcoy y solo ya exitia una y me dirigí Asta Ceballo al 300 ,y alli estaban con su amable recibimiento esto fue en agosto 2019 desde mi pueblo Norberto d La Riestra FELIZ DIA
24/9/2020 | 20:09
#164794
Hermoso recuerdo de Osvaldo, esposa y las niñas!! Excelente fila...mucha suerte y felicitaciones un grande!¡¡
24/9/2020 | 20:09
#164793
Hermoso recuerdo de Osvaldo, esposa y las niñas!! Excelente fila...mucha suerte y felicitaciones un grande!¡¡
24/9/2020 | 13:37
#164792
Fue mi tintorero, le llevaba las prendas de cuidado , hace mucho que no lo veo. Dejaba todo impecable. Mi recuerdo Leticia Lattanzio