“Sabía que iba a ser dura como la primera”

En la quinta pelea de la velada de boxeo organizada por el Club Social y Deportivo Unión Chivilcoyana de Box, volvieron a chocar dos locomotoras, por una vía el pupilo de Nieborg y Fernández (Damián Bergues) y por la otra el pupilo de Rubén Fernández (José Servín); dos guapos, que no caminan el ring, se plantan y tiran todo, Bergues volvió a ganar este clásico que se inició en  el festival anterior, pero fue una batalla y dialogamos con el ganador: “Si, fue una pelea muy dura como la primera que hicimos; esa mano con la que lo tiré en el primer round, la busqué en todo momento, somos los dos de Chivilcoy y uno de los dos tenía que quedar parado. Me preparé a morir, a toda máquina, para llegar bien a esta segunda pelea, para tirar manos en todos los rounds”. Al preguntarle en qué momento se dio cuenta que volvía a ganarle a Servín, expresó: “Desde el primer momento, tenía en la cabeza que quería ganar y tenía que ganar”. Sobre los golpes de Servín, Bergues comentó: “No sentí las manos de él, porque estuve muy bien preparado, lo que si digo es que sentí el peso en las piernas, un poco de cansancio”. Al preguntarle si cree que tiene sentido hacer una tercera pelea, el pupilo de Nieborg respondió: “No tendría ningún problema en hacer otra pelea, pero está en él, que quiera volver a pelear conmigo”. El peleador dedicó el triunfo para el hijo que viene en camino (se va a llamar Walter Agustín) y para su padre.