La pregunta que se hace todo el sector agroindustrial: ¿hasta dónde caerá la cosecha de soja 2017/18?
Si en los próximos días no se registran lluvias en las principales zonas productoras, la producción de la oleaginosa podría caer por debajo de las 50 millones de toneladas
La actual campaña de granos presentó todos los condimentos posibles en materia de incidencias climáticas. En el invierno 2017, la siembra fina comenzó en medio de excesos hídricos, que pusieron en duda el desarrollo del trigo, que finalmente pudo sobreponerse y tuvo una producción acorde a las expectativas.
En el caso de soja, la foto es diferente. Si bien la siembra transcurrió sin mayores sobresaltos, la falta de lluvias en el período crítico del cultivo es acuciante, y todo parece indicar que la producción tendrá una baja sensible. La pregunta que se hace toda la cadena de valor sojera es ¿hasta dónde caerá la cosecha de soja 2017/18?
Al inicio de campaña, las primeras proyecciones indicaban una cosecha de 57 millones de toneladas. Pero con la elevada incidencia del estrés hídrico, las estimaciones públicas y privadas hablan de un piso de 50 millones de toneladas, que podría seguir su marcha descendente si se extiende la falta de lluvias.
Desde el ministerio de Agroindustria, el subsecretario de Agricultura Luis Urriza reconoció este complejo panorama, y estimó que la producción estará cerca de las 50 millones de toneladas. “Vemos un impacto importante, la falta de agua está ocasionando daños irreversibles”, señaló el funcionario en declaraciones periodísticas.
Por el lado de las estimaciones privadas, la situación es similar. Desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, estiman una caída similar, mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario menciona una “sequía reproductiva que puede tener un gran impacto en los rindes”. Si se cumplen estos pronósticos, el impacto para la cadena sojera será considerable, porque se pueden perder unas diez millones de toneladas de la oleaginosa.
Para encontrar una cosecha por debajo de las 47 millones de toneladas de soja, hay que remontarse al ciclo 2007/8, cuando el ministerio de Agricultura informó una producción de 46 millones de toneladas, en un año sin incidencias climáticas de peso. En la siguiente campaña, la sequía fue feroz y la producción cayó a 30 millones de toneladas.
De acuerdo a estadísticas oficiales, este cultivo alcanzó su techo en la campaña 2014/15, con una producción de 61 millones de toneladas, según Agroindustria. Desde entonces, el cultivo ingresó en una leve curva descendente, que en parte se explica por un aumento en el área de trigo y maíz, originada entre otros factores por la quita de retenciones a estos dos cereales.
En este escenario, y con el actual valor del grano, esta caída den la producción se reflejaría en pérdidas para esta cadena de valor por 3.700 millones de dólares, sin contar el monto que dejaría de percibir el gobierno en concepto de retenciones, unos 1.000 millones de dólares.
Con este escenario, el 2018 se perfila complicado para la cadena de valor sojera. Si bien el precio de este cultivo se ubica en el mercado local por encima de los 5.000 pesos por tonelada, es por una estricta cuestión de oferta y demanda: los mercados internacionales tomaron nota del delicado escenario climático en Argentina.
A esta probable caída en el volumen cosechado, se debe añadir la baja paulatina de las retenciones por parte del Gobierno, y un complejo exportador que vive horas de incertidumbre por la venta de biodiesel. El mercado norteamericano está cerrado por los próximos cinco años, mientras que Europa empieza a transitar un camino similar.
Fuente: Infocielo