Opinión
Infierno
Por Diego ManusovichNadie pidió perdón.
Ni los que tiraron las bombas en la plaza del 55 ni los monstruos que gobernaron a sangre y fuego en el 76.
Nuestra historia tiene cloacas y dolor desde todos los tiempos.
Ayer murió Miguel Etchecolatz repudiado incluso por su familia. Entre 1976 y 1979 estuvo al frente de la Dirección General de Investigaciones de la Policía Bonaerense. Bajo su poder funcionaron no menos de 20 centros clandestinos de detención y otras tantas maternidades clandestinas.
Y el hijo de puta se fue sin pedir perdón y mucho menos decir dónde están los miles y miles de cuerpos desaparecidos.
¿Cómo pudimos como sociedad alojar a estas bestias del terror? ¿Cómo algunos compatriotas auparon y festejaron las matanzas programadas desde el Estado?
La semana pasada el diputado nacional de derecha Espert pidió “bala para los mapuches”.
A veces creo que el desarrollo y las coincidencias colectivas son mucho más que una utopía.
Seguimos pensando.