Opinión
Abandono vial
Por Diego ManusovichLa presencia de lo público suele determinar el ritmo de la organización social.
La iniciativa individual y privada no pinta sendas peatonales, ni desarrolla sistemas educativos potentes y equitativos. Es la mirada y la gestión pública que, a través de las estructuras del Estado, logra poner en agenda y llevar adelante acciones que hagan presente y visible una “forma de estar juntos”.
En Chivilcoy, prácticamente no existen las sendas peatonales para delimitar y gestionar los movimientos de personas, autos y motos por la ciudad. A “grosso modo” podemos calcular que sólo el 5% de los cruces viales tienen las marcas que corresponden.
La senda peatonal, los carteles de velocidades máximas, los semáforos de escuelas y demás cartelerías que alerten sobre monumentos públicos, bibliotecas, no uso de la bocina, colocación de guiño antes de doblar, etc. Son los mínimos sistemas de comunicación que concientizan todos los días.
Ahora, no sólo es importante la educación vial para la disminución urgente de siniestros, sino que además “hacen presente” a un Estado que debe dar señales de organización y norma en los espacios públicos.
Nuestra ciudad parece abandonada a las leyes pulsionales de los ciudadanos. Algunos nos esforzamos denodadamente por cumplir estas normas de convivencia, otros directamente, disfrutan su burla. El resultado de esta anarquía son los cientos de incidentes que ocurren por año en nuestra ciudad con la anuencia de un Estado que no mira.
¿De quién es la responsabilidad primera en la recurrente violencia vial de nuestra ciudad? Siempre es el Estado que no hace lo suficiente como para organizar cuidadosamente las máquinas y las personas en una convivencia armónica que disminuya drásticamente los choques y las lesiones.
Pero como ya hemos dicho en otras columnas, el problema no es el problema. El problema es que estos gobiernos municipales (desde hace unos 30 años para acá) juntan amigos como funcionarios y no expertos que planifiquen con seriedad los cambios culturales, imprescindibles si queremos promover nuestro desarrollo colectivo.
Seguimos pensando.