Política
Están perdidos.
En nuestro país, nuestra ciudad, se nos presentaba una ''normalidad'' que consistía en tener un trabajo o estudio fuera del hogar, como tener intensas y frecuentes relaciones sociales entre amigos y familiares.
Dos factores incidieron para que esa normalidad, se vea seriamente alterada. Una, la llegada del COVID-19 y otra, el gobierno kirchnerista.
Según los que saben, este virus es altamente contagioso y excepcionalmente letal y respecto al gobierno, que es antirrepublicano, antidemocrático, populista y fatal.
Esta situación de convivir con un virus, ha sido aprovechada por el gobierno bajo el relato “te cuido a vos” en sustitución de la verdad oculta, “estoy cuidándome”.
La precariedad sanitaria que presenta nuestro país y la alta concentración demográfica en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano, hacen que las propias relaciones humanas provoquen la diseminación del virus, y ante ésta realidad los gobiernos acuden a una receta tan vieja, como descubierta en el medio-evo, que es el aislamiento social y que en su implementación, no dudan de restringir en absoluto libertades individuales. Claro que, implementada de manera primitiva y tribal, como sustentada sobre la base del miedo.
Podemos aventurar que la cuarentena cruje por un lógico incumplimiento progresivo de la sociedad, dado que la gente no puede soportar sus propios problemas económicos, sociales, psicológicos y emocionales que trae aparejado, un confinamiento tan prolongado. Cuando también dicho por los que saben, con barbijo, higiene y distancia social de 1,50 metros, se puede desarrollar la vida en sociedad.
Sin importar el esfuerzo que hizo la sociedad en 100 días por temor al virus, el gobierno no solucionó la deuda externa, se cerraron fabricas y comercios como también, se emitieron mil millones de pesos y poco o nada de ese dinero, les llegó a los más desfavorecidos. Se estafó a los jubilados condenados a no recibir aumento y se pretende sin justificación de utilidad pública, expropiar lo privado (Vicentín), se fue la Aerolíneas Latam, etc. Además, y para colmo, le regaló 800 millones a Moyano y se le puso en la mano 20 millones de pesos a Boudou.
Se los votó para que arreglaran la economía, pero en lo único en que se han ocupado, es a posicionarse para que los suyos eludan la justicia y mejorar de fortuna.
A no seguirlos más, están perdidos. Gobiernan sin plan, ni presupuesto ni dan explicaciones razonables para visualizar un futuro venturoso. Con miedo y populismo sin dinero, los argentinos no vamos a someternos a ser gobernados por psicópatas, mentirosos y dictadores.