Por Leandro Crespi

¿Ingenuidad política?

lunes, 18 de diciembre de 2017 · 20:22

El presidente Mauricio Macri, luego de su triunfo electoral del pasado 22 de octubre, se dedicó a tejer acuerdos fundamentalmente de consecuencias económicas con el apoyo de la mayoría de los gobernadores peronistas.
Los proyectos de reforma laboral, tributaria y de previsión avanzaron de la mano del senador justicialista Miguel Pichetto, como un sistema de relojería. Fue quizás este hecho el que le hizo bajar la guardia al gobierno nacional en el tratamiento de la Cámara de Diputados. No faltó la ingenuidad política.
La Cámara baja tiene una composición diferente, son muchos más: 257 legisladores contra 72 del Senado. Además la cercanía de los senadores respecto a los jefes de provincia es muy directo y reitero la muñeca de Pichetto también tuvo una cuota importante en el procedimiento de la Cámara Alta.
Los negociadores del Poder Ejecutivo se durmieron en el "poroteo", es decir sentarse con cada gobernador y saber cuántos diputados de cada provincia iban a levantar la mano para asegurar el resultado. A esto se sumó una bancada de diputados kirchneristas que no son como en el Senado solamente 8. Y además hicieron mucho ruido los días previos, junto con los movimientos sociales.
Ahí el bloque oficialista se confió, no tuvo el cuidado de asegurar el desarrollo legislativo ni en el plenario de comisiones que fue escandaloso y que adelantó lo que sería la Sesión.
Fue la diputada Carrió, la que, con su cuarto de siglo dentro de la Cámara de Diputados, la que ordenó prácticamente en soledad el pedido del levantamiento de la misma. Sabiendo que el clima de violencia callejera tenía una repercusión que eximía de cualquier otra acción. Sus palabras fueron: "La violencia se opone a la Constitución y a la paz. Y como nosotros rechazamos la violencia, yo le pido al Sr. Presidente que levante esta sesión escandalosa".
Ayer, el gobierno convocó a un diálogo político y acordó con los gobernadores las cifras que percibirán los jubilados que cobran menos de diez mil pesos: $ 750 los que tengan 30 años de aportes, $ 375 los que tengan aportes incompletos o directamente no hayan aportado y $ 400 los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo. En dicha reunión, se dió algo que subrayo como esencial, estaban los gobernadores y también sus diputados. Este acuerdo abre la puerta para que el próximo 18 de diciembre se apruebe en Diputados la reforma previsional y al día siguiente el presidente Macri firme el Decreto de Necesidad y Urgencia asegurando el pago de las sumas extras a percibir por la clase pasiva. Este pago significará una cifra de aproximadamente cuatro mil millones de pesos. Fue el flamente presidente de la U. C. R. Alfredo Cornejo -gobernador de Mendoza- quien aseveró: "Detrás de una manifestación legítima anidan algunos violentos que quieren perjudicar al Gobierno y frenar este proceso. Detrás de ellos se esconden justamente quienes están siendo juzgados por hechos de corrupción y quieren crear clima de caos social cuando la argentina, mayoritariamente, quiere vivir en paz".
Quizás tenga razón Cornejo, ojalá, lo deseo fervientemente. No quisiera que la anomia y la violencia se instalen definitivamente en nuestro País.
Los que queremos vivir en democracia queremos respeto, que no le quemen el auto a una persona discapacitada. Que quien lo hizo vaya preso. Y ya que hablamos de régimen de jubilaciones y pensiones, que se deroguen los regímenes de privilegio y que cada uno perciba de acuerdo a lo que aportó toda su vida y no que por estar unos años en un cargo tenga derecho a jubilaciones como la de Zaffaroni, que cobra un monto de seis cifras, y tantos otros. Si el sistema previsional es deficitario y se les exige a los que menos ganan que el ajuste sea para todos. Cada lechón en su teta es el modo de mamar.


Leandro Crespi

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