#Ni una menos
Nadie oyó gritar a Estela Mena
La historia de la Dra. Estela Mena, parece una historia de, al menos,
dos siglos atrás.
Pero como en toda historia, subyace en ella la oscuridad de un pasado de silencios, de compromisos equivocados, de corporación intocable, de temas que nos quedan grandes a todos, por ejemplo de muertes que estaban "prácticamente esclarecidas", y de las cuales nunca se supo -o si se supo nunca nos enteramos; y si nos enteramos hicimos como que no sabíamos nada- y es allí, en esos hechos, donde nos damos cuenta de que todavía -en ciertos casos- es más fuerte la aldea. Y el miedo.
Tenemos un caso testigo, en el que un entretejido de compromisos sociales, económicos, de clase, de corporaciones, fueron capaces de tapar el sol con las manos.
Todo aquel que se crea parte de estas deleznables congregaciones sociales, que se transforman en cuasi sectas a la hora de defender sus oscuros intereses y se sienta tocado por mis palabras, no lo dude un instante, es él mismo.
Tenemos un caso, decía, el de la Dra. Estela Mena. Varias veces tapa de diarios. Con muchos minutos de radio. Con declaraciones contrapuestas. Con una víctima que no pudo hablar. Un típico caso -al menos- de abandono de persona.
¿No será hora de que nos deje de quedar grande la infraestructura de ciudad que están construyendo nuestros políticos y exijamos como sociedad una respuesta a todo eso?
Acuérdense de Fuenteovejuna. En la novela de Lope de Vega, los de Fuente Ovejuna, una noche del mes de abril de 1476, se unieron para dar la muerte a Hernán Pérez de Guzmán, Comendador Mayor de Calatrava, por los muchos agravios que el mismo había realizado contra el pueblo. Y entrando en su misma casa le mataron a pedradas y aunque sobre el caso fueron enviados jueces pesquisadores que atormentaron a muchos de los pobladores, tanto a hombres como mujeres, no les pudieron sacar otras palabras más que: «Fuente Ovejuna lo hizo»".
Esa unión, esa fuerza que nace de estar codo a codo con las víctimas de una injusticia, es la fuerza que una idea necesita para crecer. Para que poner el cuerpo y el alma en una causa, sea más importante y efectivo que cualquier marcha y consigna, por más digna y justiciera que sea. Hago votos para que los chivilcoyanos hagan suya la consigna justa y reivindicativa de juntar firmas para presionar la reapertura de la causa de Estela Mena.
Por falta de mérito... ¿?
Acuérdense de Estela Mena.
Aunque sea por nosotros mismos... por nuestras conciencias.