Igualdades y traiciones

Aristóteles previendo los mandatos hablaba de la virtud de un ciudadano que un día en el poder manda y al otro desde el llano obedece. Estar ocupando cargos no es propio de la filosofía republicana.

Más cercano territorial y temporalmente pudimos leer al dirigente Omar Foglia (ex intendente de Carlos Casares y ex senador provincial por la Cuarta Sección): ¿Qué igualdad hay entre una persona que viene desde el llano y un intendente o legislador que lleva 8, 12 o 20 años en el cargo? Que deciden sobre el manejo de todo un presupuesto haciendo creer con el tiempo que el pago a municipales, proveedores, medios de comunicación, etc. dependen de su voluntad.

La periodista Laura Dimarco respecto a la reelección de los intendentes dijo que era una vergüenza con las penurias que pasa la gente, un país fundido, una economía rota, estos tipos pensando en su puestito, en su interés personal. Son una casta, son impresentables: Todos.

Hete aquí que hoy me desayuno que el candidato que encabezaba la lista de senadores que yo voté: Marcelo Daletto, votó a favor de dicha ley y la verdad me sentí estafado, dolido y sin esperanza que algunas cosas cambien para bien.

¿El error habrá sido mío? ¿Sólo le habré importado para que lo vote?

Vaya uno a saber qué pensamientos a estos interrogantes tendrá este vecino de Chacabuco en su cabeza.

Seguramente es como lo planteaba John E.E.D. Acton (1834/1902): “El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.”

Comparto el deseo de Santiago Kovadloff: Alcemos nuestras copas para decirle no a la autocracia porque humilla a la libertad, no a la subordinación de la ley al poder porque destroza la confianza en la Justicia y en la política. Por poner fin al sufrimiento de tantos millones de argentinos sumidos en la pobreza, la inseguridad y el desaliento, esa tierra fértil y siniestra donde todas las desgracias proveen a la siembra de la estafa populista, yo diría electoral.