"Paco y Eva”: De insultos pueblerinos fundacionales a íconos de reivindicación

En su libro “Paco y Eva”, publicado por editorial Aurelia Rivera, el docente y escritor, traza un paralelismo entre la vida de Eva, ícono del peronismo y su diseñador de moda, una relación que empezaría con las primeras apariciones públicas de Evita como actriz y que llegaría hasta sus días finales.

Adrián Melo, es doctor en Ciencias Sociales, autor de “Historia de la literatura gay en Argentina” y “Antología del culo” entre otros textos de temática LGBTIQ.

“El punto de partida fue reivindicar para la memoria histórica la figura de Paquito Jamandreu, quién, en la década del 80´, fue uno de los gays que públicamente salió del clóset junto a Carlos Jáuregui (primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina), y por el otro lado, intentar indagar el por qué Eva Perón se convierte entre tantas apropiaciones, en un icono gay o travesti” sintetiza.

 “Paco en 1975 escribe las “Memorias contra el suelo”, un libro de memorias, de levantes callejeros, donde se proclama orgullosamente gay. Todo esto a un año del golpe militar del 76’ en pleno auge de la Triple A. Mientras que, en el caso de Eva, a pesar de que nunca se pronunció sobre las diversidades sexuales alternativas a la heteronormatividad ni en dichos ni en escritos, no impidió que se convirtiese en un poderoso ícono gay, lésbico, travesti y trans, traducido en la actualidad en las marchas del orgullo de la comunidad LGBT, en la que se puede apreciar a personas trans o travestis caracterizados con la figura de Eva.”

Vidas Paralelas

“Estas dos vidas, son vidas paralelas, en el marco del concepto de Plutarco. Se trata de semejanzas y hechos puntuales, tanto Evita como Paquito nacen en el mismo año, 1919, el año de la “Semana Trágica”, la primera represión obrera masiva de la historia del Siglo XX, junto con la persecución hacia los judíos. Estos dos personajes van a ser, con el paso del tiempo, redentores, Evita de las mujeres y los obreros, y Paquito de los gays”, define.

“Ambos nacen en pueblos de la Provincia de Buenos Aires, Evita en “Los Toldos”, Paquito en Mamalguita (una localidad de 25 de Mayo), los dos sufren insultos, por ser hija natural y por ser marica, y los dos leen las revistas “Sintonía” y “Antena”, revistas de chismes de la época, intentando escapar en búsqueda de otros sueños, ambos huyendo a Capital Federal, para ser actriz y diseñador de moda, construyendo ambos mundos a su medida”, detalla.

En sus memorias La cabeza contra el suelo (1975) y Evita fuera del balcón (1981) Paco narra que se conocieron en 1944. Paquito vistió a Eva en el momento en que se alcanzaba su estrellato en radio y cine y en los primeros tiempos de Primera Dama. Prontamente, Evita lo reemplazó por Dior y otros creadores de alta costura europea. Sin embargo, Paquito legó una de las imágenes más perdurables de la mujer al diseñar el traje sastre estilo Príncipe de Gales asociado a la Evita militante que recibía a los humildes en la Fundación.

Presentar “Paco y Eva” en Chivilcoy

Con muchos años de labor a través de la Dirección General de Escuelas, en el nivel secundario con los diseños curriculares, actualmente integrando la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social, indica que Chivilcoy es muy cercano a sus afectos, “trabajando codo a codo con muchas inspectoras con quienes nos une muchos años de trabajo y de compromiso como la actual Jefa Distrital Liliana Varela, entre otros docentes. Siempre me reciben de manera muy hospitalaria, algo que agradezco”.

“Pensé sobre todo en personas que podrían identificarse con algo similar, ese insulto en los pueblos” responde al ser consultado por su participación en la Feria del Libro de Chivilcoy, “es ese insulto fundacional, una hostilidad interior, y la necesidad de huir y de construirse un mundo propio, en donde no fuera insultado, en principio fue esto, que en algún aspecto puedan sentirse identificados”.

Por otra parte, destacó también el desafío de visibilizar ciertas cuestiones citadas en su libro que “aún rigen en la actualidad, como por ejemplo, antes no importaba como o quien vestía a las mujeres de estado, acaso ¿se sabe quién vestía a Regina Paccini la esposa de Alvear?, en el caso de Evita siempre se criticó, lo que parecía importar no era el vestido sino quien lo portaba. Todas esas cuestiones perduran”.