Desde agosto
Los traumatólogos chivilcoyanos renunciaron a FEMEBA
Actitudes similares tomaron el 70 por ciento de los profesionales bonaerenses molestos por las desactualizadas tarifas en cirugías. Los problemas comenzaron a detectarse esta semana.Diez profesionales traumatólogos chivilcoyanos, Juan Carlos Benzo, Daniel Altamiranda, Miguel Angel Guerry, Sebastián Pastorino, Matías y Horacio Galante, Juan Pablo De Francesco, Fernando Alaniz, Maximiliano Vázquez y Eduardo Navarro, el pasado 31 de julio, presentaron la renuncia a la Federación Médica Buenos Aires.
Un panorama similar adoptaron profesionales de ciudades como San Pedro, Pergamino, Olavarría, Junín, Chacabuco, Mercedes, Tandil, Balcarce, Mar del Plata, Azul, La Plata, en un listado muy extenso.
Los motivos esgrimidos por los traumatólogos consultados, tienen que ver con “los paupérrimos honorarios que FEMEBA acordó con las obras sociales. Para dar una idea, una cirugía de cadera, tiene un valor de 3.200 pesos para el médico”, dijeron a LA RAZON.
De acuerdo a lo que pudimos recoger, la situación lleva años sin resolución y así se fueron sumando los médicos de la especialidad, que a su vez tienen agrupaciones regionales, abarcando gran cantidad de ciudades, dentro el ámbito bonaerense.
30 días de atención
El contrato firmado por los médicos con FEMEBA, marca que deben atender durante 30 días posteriores a la fecha de renuncia, que en este caso fue el 31 de julio, debiendo hacerlo –de hecho lo hacen- hasta el 31 de agosto.
De acuerdo a lo que consultamos en el Círculo Médico Chivilcoy, la renuncia de los traumatólogos locales fue aceptada.
Pero aquí han aparecido inconvenientes para los pacientes –por caso IOMA- que son atendidos en consultorio, pero cuando fueron a hacer una placa o estudio con la receta de los traumatólogos renunciantes, no logran la autorización de la obra social. Una grave situación que ya se vive en la ciudad.
Contratos directos
Los médicos chivilcoyanos que consultó LA RAZON, indicaron que no es intención de ellos cortar la relación con las obras sociales, por el contrario, pretenden realizar contratos directos, dejando de lado la función de FEMEBA, que oficiaba de intermediario desde hace muchos años y –según sus dichos- ya no cumplen la misma función para la que se formó.