La reforma a la Justicia

El proyecto de reforma a la justicia presentado por el Sr. Presidente de la Nación el pasado día 29 de julio carece de prudencia y de oportunidad.

La Prudencia que falta, definida como la virtud de desenvolverse de modo justo y adecuado, es la falta de moderación, de templanza, en equilibrar a los integrantes de la comisión que llevara adelante dicha reforma. Y esto último, porque la mayoría de los miembros que van a participar, pareciera carecer de diversidad de criterios ya que la mayoría de ellos, tienen una marcada militancia partidaria.

¿Los empleados judiciales, tendrán representación suficiente? Los magistrados, fiscales y  abogados, ¿serán llamados a participar de la reforma de un sistema del cual son parte indispensable? Puede ser una reforma ecuánime si todos los integrantes pertenecen a una misma orientación ideológico-política? En la presentación del Sr. Presidente ningún referente de los mencionados estamentos estuvo presente.

Carece de oportunidad, porque la sociedad argentina está en estos momentos preocupada por la situación que nos atraviesa a raíz de la aparición y permanencia del Covid19 y más preocupada aún por la situación económica que nos afecta en mayor o menor medida a todos. La falta de empleo, o la posibilidad de perderlo (quien aún lo tiene) y el número creciente de delitos, implican prioridades en el tratamiento de los temas.

Los problemas que mencionamos, forman un combo que habilita a pensar que no es el momento oportuno de una reforma judicial, necesaria, pero no prioritaria. La reforma judicial podría darse, siempre que las dificultades esenciales que atraviesa nuestro país desde hace décadas, estén solucionadas o en evidente principio de solución.

Es necesaria una reforma integral de la justicia argentina, claro que lo es, pero no es el momento oportuno y tampoco la forma.

Consideramos que los esfuerzos y los recursos disponibles deben destinarse a obtener crecimiento económico que genere empleo y saque a los ciudadanos de la pobreza y el hambre. Que la incertidumbre de la población por un futuro cercano, sea aliviada con políticas públicas concretas y económicamente sostenibles en el tiempo.  Y la obligación de quienes nos conducen es aliviar las carencias urgentes que hoy tiene la población.

Coalición Cívica Chivilcoy