Pesar y consternación

Recordando a la artista plástica Ethel Balderrín de Bacigalupo

LA RAZÓN entrevistó a las artistas Mary Galdolfo y Martha Rocha, quienes recordaron a la fallecida como persona y en su faceta artística.
martes, 11 de agosto de 2020 · 10:06

La artista plástica, Ethel Balderrín de Bacigalupo, falleció el sábado 8 de agosto y muchos vecinos expresaron su consternación ante la desaparición de una de las artistas locales de mayor trayectoria y prolífica producción artística.

Nació en Chivilcoy, realizó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Normal “Domingo F. Sarmiento” y obtuvo el título de Maestra Bachiller Normal Nacional. El Conservatorio “Fracassi” le otorgó el título de profesora Superior de Piano y en la Escuela Superior de Artes Visuales recibió el de profesora Superior de Pintura.

Pintó desde muy joven, aún mucho antes de estar graduada y se especializó en numerosos cursos de perfeccionamiento en Chivilcoy, Mercedes, Buenos Aires.

Recibió numerosos premios, entre ellos: 1er. premio Medalla de Oro P. Falabella (1960). 3er. premio Diseño de Medalla Escuela de Artes Visuales. 2do. premio Logo de “Hodime”; “Hermano Grillo” a la trayectoria Plástica (1991). 1er. premio Pintura figurativa Arte San Telmo (1995). 2do. premio Pintura Abstracta Salón en “Núcleo de Arte”. 2do. premio Pintura Abstracta Museo de Bellas Arte “Laureano Brizuela” Catamarca (1995). 3er. premio Pintura Abstracta Museo de Arte de Santa Rosa (La Pampa). 1er. premio Concurso Ceiba-Geigy en CEMED (1996).

Intervino en exposiciones colectivas en Buenos Aires, Catamarca, Neuquén, La Plata. En Uruguay, España y Francia y realizó muestras individuales en Chivilcoy, Luján, Buenos Aires.

 

“Una amiga y una gran artista”

LA RAZÓN entrevistó a dos artistas que conocieron a Ethel Balderrín de Bacigalupo, tanto en su faceta humana como en la parte artística.

Martha Rocha: “En primer lugar, la sorpresa y el dolor que nos generó el viaje inusitado y definitivo de Ethel. Con Teté, como le llamábamos todos, tuve acercamientos amistosos y dentro de la plástica, entre ellos, en dos ocasiones, la presenté cuando hizo una exposición de sus obras en el Museo de Artes Plásticas ‘Pompeo Boggio’”.

Como artista, recordó que Balderrín fue egresada de la Escuela de Artes Visuales. “Un dolor personal, la llevó a un tipo de pintura, diría muy profunda y poco típica. Después superó esa etapa y se puso en contacto con ‘Malale’ Ronsino y comenzó con otro tipo de pintura, un informalismo, pero siempre viviendo para el arte”.

“Como persona era grata, dulce, siempre con una palabra acertada y acompañando siempre a los más jóvenes. Era muy querible”.

Mary Gandolfo: “Fue una buena amiga, siempre estuvo presente en cualquier momento de la vida. Era de esas amigas que son siempre fieles. Como artista, maravillosa. Tenía sus técnicas y una forma de ver la vida que era muy distinta a la mía. Yo amaba las cosas más fotográficas, reales. Ella tenía otra interpretación, pero eso no quitaba que fuéramos grandes amigas”.

“La conocí a través de la literatura de casualidad. Una tarde fuimos a Mercedes con un grupo de amigas, porque cada una había escrito una poesía y resultamos premiadas las dos. Ahí nos conocimos y nos comenzamos a tratar. A partir de ahí compartimos muchas muestras en otras ciudades como Buenos Aires, Luján y en Chivilcoy, por ejemplo en Encuentro por las Artes, CEMED, alrededor de los años 90”.

 

 

 

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