Nerina Zunino
“Si esto no mejora, muchos comercios van a cerrar las puertas”
Principalmente son los de los rubros no esenciales, pero la situación es general. Muchos locales ya han debido de cerrar sus persianas, de manera definitiva.La situación del comercio minorista en Chivilcoy está pasando por una de sus épocas más difíciles, a raíz de las restricciones que genera la pandemia del COVID 19, por las restricciones para la circulación de los vecinos.
El pago de los servicios, los alquileres, los sueldos de los empleados, junto a la falta de facturación han creado una coyuntura muy difícil de encarar para muchos dueños de negocios, de esenciales y no esenciales de la ciudad. Las perspectivas no parecen buenas, debido al aumento de los casos de coronavirus en nuestra ciudad y la posibilidad que se retroceda en fases, si así lo determina el gobierno bonaerense.
Nerina Zunino, integrante de la Cámara de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Independientes de Chivilcoy, manifestó en una nota para LA RAZÓN: “Tenemos alrededor de 220 asociados y cuando vamos a cobrar la cuota social, nos encontramos con un panorama bastante desolador. A muchos se les ha perdonado el pago de la cuota, sobre todo a los comercios no esenciales, que estuvieron 52 días sin trabajar”.
“A los comercios esenciales también se les está dificultando el mantenerse, debido al costo de los alquileres, la luz. Los costos fijos de los comercios esenciales y no esenciales están bastante complicados y algunos nos han comentado que, si esto no mejora, no sólo con lo que trae la pandemia sino la situación económica, van a cerrar las puertas”.
Zunino agregó que siguen llegando facturas de los servicios, a valores que no se condicen con el gasto. “Se acercaron dos o tres personas para comentarnos que, en algunas boletas, les siguieron llegando sumas bastante elevadas. En algunos casos, le habían llegado dos boletas, uno con vencimiento a principio de mes y otro con vencimiento a fines de mes y algunas boletas no condicen con el período de lectura”.
“Puntualmente, a un asociado le llegó 10.000 pesos, en dos boletas de 5.000 pesos, pero su local estuvo cerrado a raíz de las restricciones de apertura de los comercios. No se comprende por qué tanto gasto”.
Respecto a los alquileres, dijo que, al no haber una ley que regule los alquileres, arreglan de palabra el inquilino y el propietario. “En muchos casos, el propietario perdonó meses a los comerciantes hasta que esto se acomode o que pague la mitad. También hay quienes viven del alquiler y no lo pueden hacer”.
Hay muchas decisiones que no dependen del gobierno municipal sino del de la provincia de Buenos Aires. “A pesar de la situación, tendríamos que seguir en la fase 4, pero también sería necesario que se tome conciencia, que siempre se va ver perjudicado el último eslabón, en este caso el comerciante no esencial. En una reunión de la comisión de la Cámara, un asociado nos decía que, en caso que se vuelva a fase 3, serán ellos los que perjudicados porque son los que deberán cerrar sus persianas”, puntualizó.