El ajuste mata

El destrato que el gobierno provincial de María Eugenia Vidal le viene dando a la educación pública tocó fondo. Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, trabajadores de la educación, perdieron la vida por el solo hecho de ir a trabajar.

Ni las deplorables condiciones en que se encontraba la Escuela 49 de la localidad de Moreno, ni los sucesivos reclamos que desde las autoridades escolares y gremiales elevaron a las autoridades, hicieron que se tomen cartas en el asunto.

El resultado es el dolor no solo de los familiares y amigos de Sandra y de Rubén, sino de todo el pueblo trabajador.

El ajuste a los salarios, el descuento de haberes por hacer uso de un derecho constitucional como es el derecho a huelga, el amedrentamiento y la persecución de los trabajadores, las cuantiosas multas a sus gremios representantes y la constante reducción en el presupuesto educativo, dejan en evidencia que lo único que busca este gobierno en materia de educación pública es su destrucción.

Las cortinas de humo y las operaciones mediáticas que arrojan desde el gobierno en sociedad con los medios de comunicación ya no impiden ver con claridad. A la realidad a veces no hay blindaje mediático que pueda taparla y, de la manera más trágica, demuestra la desidia de un gobierno que llegó prometiendo diálogo y consenso y hoy se esconde asustado por el ruido de explosión de garrafa y el llanto de dolor y bronca de todo un pueblo.

La mayoría de los trabajadores fuimos formados y educados en la educación pública y sentimos como propios los constantes ataques que las autoridades le propician. Por ello, hoy más que nunca, le brindamos nuestro total e incondicional apoyo a las compañeras y compañeros trabajadores de la educación.

Sepan que a la solidaridad del pueblo trabajador no hay ajuste ni neoliberalismo que la doblegue.

CGT Chivilcoy