En Chivilcoy creció el 10% el área sembrada con trigo

Con una extensión del área sembrada y la posibilidad de alcanzar una cosecha superior a los 20 millones de toneladas, la segunda mejor campaña de la historia, el trigo se perfila como el comienzo de una notable recuperación de la producción de granos, luego del resultado adverso de la soja y otros granos, afectados por la sequía del verano pasado, y luego por las excesivas lluvias en el período de cosecha.

En las últimas semanas, la apuesta por el trigo renovó desafíos. Según los últimos informes de la Bolsa de Cereales de Rosario, el área de intención de siembra sube otro escalón y pasa de 6,18 a 6,32 millones de hectáreas. El frío y las lluvias apuntalan a una gran campaña de trigo. Teniendo en cuenta los niveles de productividad unitaria de los últimos años (33 quintales en la campaña 17/18), y con un clima favorable, la producción 2018/2019 podría dejar un nuevo récord histórico de 21 Millones de toneladas.

Durante el mes de julio y en los primeros días de agosto hubo lluvias que han resultado estratégicas, apuntalando dos zonas que hace un mes atrás estaban con reservas de humedad escasas: el sudeste bonaerense y la provincia de La Pampa. Las últimas lluvias dejaron acumulados de 20 a 30 mm en buena parte de la provincia de Buenos Aires. Las condiciones de siembra resultaron favorables, siendo el avance para todo el país del 97%, llevando 7 puntos de ventaja sobre la implantación del ciclo 2017/18.

Con respecto al cultivo en Chivilcoy, el Ing. Agr. Antonio Martín, manifestó que “en nuestra área productiva se espera un incremento en la superficie sembrada. De acuerdo con información proporcionada por el Departamento GIS INTA Pergamino, la superficie con cultivos de invierno en la campaña 2017/18 alcanzó las 23.900 hectáreas sembradas (incluye trigo, cebada, avena, etc.). De ese total se estima que fueron sembradas con trigo unas 19 a 20.000 hectáreas, siendo el resto superficie sembrada con cebada, avena, y otros cereales de invierno”.

”Para la Campaña 2018/19 se estima un incremento del 10 por ciento del área sembrada respecto de la campaña pasada. Por el mes de mayo la expectativa era mayor, aproximadamente entre un 15 a 20 por ciento, sobre todo por el buen precio del trigo y el margen bruto que generaría la rotación trigo/soja de 2ª, y además, para recuperarse de las pérdidas de la sequía en la cosecha gruesa. Luego los problemas de lluvias frecuentes y exceso de humedad que complicaron la recolección de la cosecha gruesa, motivaron la imposibilidad de concretar la siembra en fecha apropiada de los cultivares de trigo de ciclo largo. Recién se pudo iniciar la campaña a mediados del mes de junio, con algunos ciclos largos, pero mayoritariamente se han inclinado por ciclos intermedios y cortos, ya a fines de junio,  y durante julio con ciclos corto. Luego, las lluvias de fines de julio (acumulados de hasta 60 milímetros en el partido de Chivilcoy), prácticamente dieron por finalizada la campaña de siembra por la excesiva humedad en los suelos para realizar las labores. Es así que los lotes que no pudieron sembrarse con trigo seguramente pasarán a cultivos de cosecha gruesa, maíz o soja”.

El Ing. Martín, manifestó que “suponiendo que se haya concretado la intención de un 10% de aumento del área, se estima un total de 26.400 hectáreas, correspondiéndole al trigo unas 22.000, y el resto con cebada y avena. Habrá que corroborar más adelante, mediante el uso de tecnología y con los cultivos más avanzados, si estas estimaciones preliminares son acertadas”.

Estado de los cultivos de invierno

A la fecha, los cultivos evolucionan favorablemente, desde un par de hojas desarrolladas a pleno macollaje los sembrados temprano, y sin problemas de enfermedades o plagas. “Es importante, no obstante, mantenerse atentos a los sistemas de alerta vigentes, ya que se han detectado las primeras infecciones con Roya Amarilla en cultivos de trigo en la provincia de Entre Ríos, y que podrían presentarse en corto plazo en nuestra área, por lo cual es recomendable mantener un buen monitoreo de los lotes sembrados con el fin de realizar las detecciones de manera temprana y aplicar las medidas correctivas necesarias”.

“Lo mismo en cuanto a la aplicación de fertilizantes, no descuidar este aspecto central, ya que el cultivo de trigo ofrece excelentes respuestas productivas y muy buenos retornos a las inversiones realizadas”, concluyó el Ing. Martín.