En OSDE

“Con la intención de ayudar a quienes más lo necesitan”

El diácono chivilcoyano Lucas Galante narró sus vivencias en Salta. Fue convocado por Fundación OSDE en el marco del ciclo "Contame tu pasión".
miércoles, 1 de agosto de 2018 · 00:00

En la tarde de ayer, con el salón auditorio de la filial local prácticamente completo, Fundación OSDE en Chivilcoy, llevó adelante una nueva edición de “Contame tu pasión”, propuesta que se inició en abril pasado con la presencia del doctor Luis Schapira y ayer recibió al diácono chivilcoyano Lucas Galante, residente en el norte argentino.

 “Lucas Galante, seminarista, nació en Chivilcoy, y representa con su accionar diario un ejemplo de responsabilidad, compromiso y solidaridad” indicó Mónica Timpone en la presentación de este joven a pocos meses de recibir sus dones sacerdotales, está radicado en una inhóspita zona de Salta.

 Darío Varela, quien llevó adelante la coordinación del encuentro, dijo sobre la decisión de vida de Galante: “La elección vocacional es una instancia de decisión que todos atravesamos en la adolescencia y que nos enfrenta a un momento de tensión y muchos cambios. Si logramos descubrirla realmente nos sentimos satisfechos y trabajaremos con alegría, pasión y motivación”.

Mónica Timpone: “Convocamos a un joven chivilcoyano, para que nos cuente como descubre su vocación y vive su vida en el pueblo salteño de Luracatao, en donde, por su iniciativa, casi 40 familias cuentan desde diciembre pasado con energía eléctrica las 24 horas, tras la instalación de una planta solar”.

 

Luz e internet en la nada

Lucas, hijo del conocido comerciante Osvaldo Galante de la avenida 22 de Octubre, está misionando en Finca Luracatao, al oeste de Salta, entre medio de las montañas, de los cerros, un lugar mágico, pero lejos de todo.

Galante por su parte relató: “Mi pasión es diversa. En primer lugar la misión de llevar la vida cristiana, trasladarla hacia la gente, sobre todo a los más necesitados. Poner lo que uno tiene al servicio de los demás.

Apenas llegamos a aquella zona, que está a 8 horas de Salta capital, comenzamos a tener proyectos, además de la parte pastoral, a la que llegué por una invitación, me gustó, desde la época en la que misionaba con los Agustinos.

Cuando llegamos no había energía, no había internet, estábamos lejos de todo. Y con el trabajo conjunto de los lugareños, de la iglesia, internacional y de chivilcoyanos que me han aportado materiales e ideas, porque no encontraba la solución.

Hemos logrado muchas cosas, pusimos luz trifásica, 160 casitas de un paraje tienen internet, y lo que se pueda. Catequesis, talleres de formación, de herrería, de electricidad, lo que se puede.

Creo que el hecho de haberme acostumbrado al lugar, que es muy alto en la montaña, el hecho de estar lejos de la familia, solo en una capillita, lo hace difícil; pero recibiendo el cariño, que te demuestran a diario, te hacen sentir necesario allí. Es gente muy agradecida y me hicieron como del lugar, trabajo en las escuelas, visito varias casas, estoy muy bien”.

El salón del cuarto piso de OSDE estuvo a pleno escuchando la entrevista de Varela, y las vivencias de un chivilcoyano, que sin dudas vive una pasión digna de ser contada.

 

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