Sector agropecuario

Con las lluvias del lunes se logran detener las pérdidas ya generadas por la sequía y ola de calor

Llovieron entre 15 y 60 milímetros dependiendo la zona. El agua ayudará a la debilitada soja de primera y de segunda, que aún no pasó la altura del rastrojo de los cultivos de verano.
miércoles, 21 de febrero de 2018 · 00:10

La lluvia al fin llegó en la madrugada del lunes en el partido de Chivilcoy y sin dudas trajo un respiro a todos, principalmente al sector agropecuario que es el más afectado por la seca que golpeó sin piedad a esta zona, provocando pérdidas irreversibles al maíz, mientras que la soja de primera se reactivará después de sufrir el estrés hídrico, mientras que la soja de segunda, que aún no pasó la altura del rastrojo de los cultivos de verano, también se verá beneficiada.

El In. Ag. Antonio Martín, de la agencia  local del INTA, sostuvo que “las lluvias llegaron después de un largo tiempo, más de tres meses y medio, para poner fin al período más complicado que han atravesado los cultivos en nuestra zona en los últimos años. Si bien los registros han sido variables, las lluvias fueron de una cobertura general, así que el beneficio es compartido. Obviamente que en la zona donde cayeron 70 milímetros están mejor parados que aquellos a los que les tocaron 20 ó 25, pero lo importante es que se cortó con el período tan extenso de calor y falta de lluvias combinado. En promedio, en el partido de Chivilcoy las lluvias alcanzaron los 35 a 40 milímetros, y en localidades vecinas los registros variaron entre los 20 a 70 milímetros”.

Sobre las pérdidas que ocasionó la seca, Martín, dijo: “Lo perdido, perdido está. Efectivamente, lo que ya se perdió en producción no se va a recuperar. En el informe económico del impacto de la sequía en Chivilcoy, que elaboramos con el Ingeniero Ascheri la semana pasada, estimamos una disminución de ingresos de entre 900 y 1.000 millones de pesos en el partido de Chivilcoy por pérdidas de rendimiento en los principales cultivos de la zona, es decir, soja y maíz”.

“Este dinero que no va a ingresar a Chivilcoy ya se perdió. No obstante, con las lluvias del día 19 de febrero, lo que se logra es detener las pérdidas ya generadas por la sequía y ola de calor, y abrir nuevas expectativas en cuanto a la evolución futura de los cultivos, a la espera de nuevas precipitaciones que permitan la evolución de los mismos”. 

Consideró que hay soja de primera en pleno llenado de granos que van a poder completar mejor esta etapa, hay sojas de primera algo más adelantadas tal vez que van a poder lograr un mayor peso de los granos formados, hay sojas de segunda que tal vez, de producirse nuevas lluvias en corto plazo, puedan alcanzar algún rendimiento que permita salvar los costos de producción y recuperar algún peso, y hay otras sojas de segunda muy afectadas por la sequía  con resultado aún incierto. “Lo mismo sucede para el maíz. Hay maíces tempranos que ya tienen su resultado definido, con mayor o menor impacto por la sequía de acuerdo con el manejo, tipo de híbrido, paquete tecnológico utilizado, etc.”.

“Hay maíces que podrán aprovechar la humedad para lograr un mejor llenado y peso de los granos, acusando también las pérdidas ya acontecidas, y hay otros maíces (tardíos o de segunda) que a partir de ahora necesitarán de nuevos aportes de humedad para poder evolucionar en su ciclo, pero con resultado incierto, al igual que la soja de segunda”.

 

Una buena

“Sin dudas que el cultivo más afectado por la sequía y ola de calor en nuestra región es el maíz, y en segundo lugar la soja, sobre todo la de segunda. Pero a modo de consuelo, si se quiere interpretar de esa manera, se puede decir que los precios de los granos en el Mercado han experimentado una suba interesante, precisamente por el impacto que causa la sequía, y que a nivel global se tiene muy en cuenta, ya que según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Rosario de la semana pasada, se cosecharían entre 4 y 5 millones de toneladas menos de lo previsto en la Argentina. Algo similar sucede con el maíz, donde se estiman pérdidas de entre 3 y 4 millones de toneladas. Es decir, que hace tres meses atrás otro era el panorama, con precios relativamente estables y con expectativas de buenas cosechas”.

“Ahora, la situación cambió, los precios crecieron casi un 40 por ciento en el caso de la soja, y habrá que analizar el mercado nuevamente en esta semana para ver cómo imantan las lluvias en los precios”, enfatizó.

 

 

 

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