ABSA prometió una planta de ósmosis inversa, pero fue cuestionada en la reunión pública

La construcción de una planta de ósmosis inversa en un plazo de seis u ocho meses, con una inversión de 32 millones de pesos, fue la propuesta de la empresa ABSA en la asamblea pública que se llevó a cabo en el Concejo Deliberante, aunque fue cuestionada por los vecinos y el intendente Guillermo Britos.

Participaron concejales de todos los bloques, funcionarios y vecinos. Por ABSA estuvieron: Mariano Correa, Gerente Región, Carlos Sarlingo, de Control de Procesos; Horacio Lovillo, jefe de la Sucursal de Chivilcoy; Javier Jaime, Jefe de UCC y Franco Gambino, director de asuntos Legales.

La reunión

En general, fueron pocas las respuestas por parte de las autoridades de ABSA, ante temas como la cantidad de arsénico y nitratos en el agua, la utilidad de una planta de ósmosis inversa y las tarifas que pagan los vecinos. Ezequiel Caselles, enfatizó en la boleta del servicio de agua que le llega a jubilados “de casi 1.000 pesos, porque cobran por el frente del hogar”.

Mariano Correa, gerente regional, expresó que la empresa construirá una planta de ósmosis inversa, “en 6 u 8 meses, además de las obras complementarias” y afirmó que, de acuerdo a análisis realizados desde la empresa “el agua de Chivilcoy hoy es potable y va a mejorar”.

Esto fue cuestionada por Rolando Ruocco, de la Mesa Socioambiental, quien recordó que los análisis, “dan por encima de lo que pide el Código Alimentario Argentino y la Organización Mundial de la Salud”, lo que fue secundado por Facundo Banegas, defensor del Pueblo.

Hernán Sacco, director de Calidad Alimentaria, Zoonosis y Medio Ambiente, dijo que en análisis que hicieron “en 30 por ciento dio que no es potable”, al tiempo que demandó que en la empresa “haya una cara visible y responsable en el día a día, porque no tenemos respuestas”.

Ruocco preguntó respecto al estado de las cañerías, a lo que Correa respondió que “formará parte de las obras complementarias así como el refuerzo del anillado”, para luego enfatizar que se enmarcan en lo que marca la Ley Provincial 11.820. “Los valores dieron dentro de los parámetros”, enfatizó.

El concejal de Unidad Ciudadana, Fernando Poggio, hizo hincapié en la obligación de la empresa de “dar a conocer los resultados de los análisis” del agua y comunicarlos. Asimismo “qué empresa será la adjudicataria” de la obra de la planta de ósmosis inversa, “qué pasa con el anillado, los pozos, cuáles no funcionan y cuestionó a ABSA diciendo que “da información a cuetagotas”.

“Vamos a analizar todas estas preguntas y dar información. Tenemos respuestas para todo eso”, manifestó Correa.

El concejal por Cumplir, Fernando Laurito, se refirió a los criterios para la aplicación de las tarifas, a lo que Fernanda Pommarés de la OMIC, habló de un oficio presentado en diciembre “que no contestó ABSA” e interrogó si tienen un plan de contingencia ante los cortes de luz para no interrumpir el servicio de agua. Correa respondió: “Ayer (lunes) se envió el informe donde se contestan todas las preguntas”.

Esther Buzzo, una vecina, manifestó que, como jubilada, “nos envían recibos que son impagables y la calidad del servicio es mala”. Javier Jaime, el gerente comercial, dijo que “están a disposición las tarifas de interés social que dan un 20, 30 y hasta 100 por ciento de descuento”.

Benegas respondió que la cantidad de trámites para la tarifa social “es insuficiente y burocrática, porque dura de 3 a 4 meses”.

Fernando Poggio, preguntó si la planta de ósmosis inversa trabajará con agua mezclada, a lo que Carlos Sarlingo, de Control de Procesos de ABSA, respondió que “sólo mediante este proceso va a mejorar la calidad del agua”.

El concejal Laurito, aseveró que “la gente está cansada por tan pocas respuestas de la empresa, cuándo van a informar que el agua está contaminada” a lo que Sarlingo dijo que “respondemos ante el ente regulador”.

Sacco agregó que “(ABSA) no sabe qué parámetros tienen para hacer los análisis” y que “necesitan gente preparada”. Aníbal Berón, de la Mesa Socioambiental, habló del trabajo que se viene realizando desde hace más de 10 años. “Hace años que estamos engañados”.

Oscar, otro vecinos, manifestó: “siempre hablamos sobre los mismo y la empresa ahora se aboca a cobrar sobre la valuación fiscal”, para luego exhortar a que ABSA “reinvierta lo que se lleva”.

La concejal de Unidad Ciudadana, Constanza Alonso, preguntó sobre la cantidad de vecinos que en Chivilcoy reciben la tarifa social y los requisitos, a lo que Javier Jaime enumeró, entre otros, el título del inmueble y los ingresos.

Finalmente, Marcelo Cipolloni, presidente de la Sociedad de Fomento “Barrio Sur”, subrayó que esta reunión pública, “marque un precedente y no sea una de las tantas que hubo, porque el vecino va y paga y nos están tomando el pelo”.

Intendente

El intendente Guillermo Britos planteó sus dudas en relación a la utilidad de una planta de ósmosis inversa. “Desde 2012, que era diputado, vengo pidiendo que resuelva el problema del arsénico del agua”.

“Hubo mediciones que daban 0.09 de arsénico. La respuesta que se dio a los vecinos era que se iba a hacer nuevos pozos en un lugar donde el agua era distinta y que se iba a trasladar a esos pozos para resolver el problema. Ahí se terminó el reclamo y nunca se resolvió nada”.

Luego manifestó que la mayor preocupación era que, en su momento, el ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Edgardo Cenzón, “a todos los intendentes nos dijo que la planta de ósmosis inversa no resuelve el problema del arsénico”.

“Si van a invertir 32 millones de pesos, inviertan en algo que solución el problema. Si hoy la solución para todos los vecinos para que nos vayamos contentos es que dentro de seis meses van a iniciar una planta de ósmosis inversa, yo no me quedo tranquilo y si en 9 de Julio la solución fue otros sistema, intenten que en Chivilcoy se genere el mismo sistema”.

“¿Por qué si en Carlos Casares la ósmosis interna no dio resultado, por qué debería dar resultado en Chivilcoy?, ustedes dicen que el agua está dentro de los parámetros normales, todos sabemos que no” y propuso que el agua para la ciudad “debe ser traída del río Paraná. Si le decimos a los vecinos que se va a hacer el acueducto y tenemos que esperar dos años, van a preferir esperar y no si en un año y medio la planta de ósmosis va a dar resultado o no”.