Hay que arreglar el reloj

sábado, 8 de febrero de 2020 · 09:12

Anoche salí con mis amigas a una “reunión”.
Yo le dije a mi marido que regresaría a casa a las 12 en punto. 'Te lo prometo', le dije. Pero la “reunión” estuvo muy bien, copitas, bailecito, más copitas... y se me fue la hora. Resulta que llegué a casa a las 3 a .m. completamente borracha.
Acababa de entrar y el reloj de cuco hizo “cu-cu” tres veces. Al darme cuenta que mi marido se iba a despertar grité ''cu-cu''otras 9 veces más... Me quedé tan orgullosa y satisfecha por haber tenido de pronto, aunque borracha, una idea tan buena para evitar pelea con mi marido.... Me acosté de lo más tranquila pensando en lo inteligente y lista que soy.
Por la mañana, durante el desayuno, mi marido me preguntó que a qué hora había llegado anoche y le contesté que había llegado a las 12 en punto, tal y como le había prometido. Él, de momento, no dijo nada ni me pareció desconfiado. '¡Qué biennnnn! ¡SALVADAA!' -pensé yo. Pero, entonces, él me dijo: Por cierto...debemos arreglar nuestro reloj de cuco. Le pregunté, temblorosa: '¿SÍIII? ¿Y por qué, mi amor?'. Y me contestó: Bueno, anoche el reloj hizo cu-cu tres veces..... Luego, no sé cómo, gritó '¡¡mierda!!'..... Después hizo cu-cu cuatro veces más..... Vomitó en el pasillo..... Hizo cu-cu otras tres veces.... Se reia, y otra vez hizo cu-cu..... Salió corriendo, pisó al gato, rompió la mesita del living, se acostó a mi lado dando el último cu-cu, y se durmió

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