Miguel Angel Torres, de la Rivadavia a México entre goles y gambetas

De la mano y los consejos de 'Manolo' Abalo y Ramón Genaro, a quienes consideró siempre sus padres futbolísticos, arrancó en el Baby Fútbol del Club Argentino jugando para Peñarol. En 1964 jugaba en la 4º división de Pellegrini, club en el que estuvo algunos partidos en el banco de Primera a mediados de la década del sesenta. Diez años más tarde llevado por Carlos Rama fichó en G y E de La Plata, donde jugó en Primera hasta1977. Ese año pasó a San Telmo, donde produjo la gran explosión, convirtiendo 21 goles y llevando al equipo al 4º lugar en la divisional 'B'. En la temporada 1977/78 lo compró San Lorenzo de Almagro, donde jugó hasta mediados del ochenta, convirtiendo 25 goles y logrando hacerse conocer en el fútbol grande de la Argentina. México reparó en su condición de delantero hábil y goleador y el Licenciado Arredondo se lo llevó al Monterrey al pasar por nuestro país. Dirigido técnicamente por Pedro Dellacha y Roberto Matosas, jugó cuatro temporadas, marcando goles y logrando títulos. A finales de 1984 regresó al país para no jugar más, pero lo adquirió Cipolletti de Río Negro, equipo en el que jugó el Torneo Nacional. Luego de esos seis meses, pasó a Unión de Santa Fe, donde jugó una temporada, equipo dirigido por Roberto Puppo y donde tuvo como compañeros a los consagrados Daniel Killer, Pícoli y 'Chicho' Gaona, con quien hizo una amistad que se prolonga a través del tiempo.

Regreso a casa

En 1987 dejó el fútbol profesional y no jugó. En 1988 lo tentó Huracán y jugó una temporada. Desde 1989 a 1991 jugó por Florencio Varela los campeonatos locales y regionales. En la temporada 1992 se lo llevó Río de la Plata, donde compartió el plantel con 'Pichón' Boda, 'Puñito' Tenaglia, 'Tripa' Saralegui y 'Cheche' Quevedo. Sus últimos tres años en el fútbol los disfrutó en Social de Moquehuá (1993) y terminó donde había nacido, en Deportivo Pellegrini en los años 1994/95. En un repaso rápido 'Patita' destaca a Diego Maradona como el más grande futbolista que vio y entre los locales a José María 'Pancho' Martínez y Mario De Feliche.

Gran persona, muy querido por todos y magnífico delantero, es un orgullo del fútbol para Chivilcoy.

Su vida no podía estar alejada de una cancha de fútbol y en la temporada 1989 tomó como técnico a Gimnasia y Esgrima, campeonando con los 'verdiblancos' en las temporadas 2001 y 2002.