El PJ bonaerense y un guiño al sector agropecuario: “no ver en el campo un sector relevante, es un error”

Luego de la cumbre pejotista en la costa, intendentes del interior y del conurbano acuerdan la necesidad de reactivar la relación con el campo, así como incluir en el esquema de unidad a sindicalistas de enfrentados al gobierno nacional y provincial.
sábado, 27 de enero de 2018 · 11:31

La reciente cumbre pejotista que reunió a diferentes sectores del peronismo en Costa del este, entre los que destacaron la presencia de sindicalistas como Pablo Moyano y Roberto Baradel, todavía deja declaraciones y posturas en pos de una unidad, que esta vez parece un poco más sólida.

"El desafío inmediato es abrir la mirada e integrar a la gente más allá de la lógica partidaria”, ya que en “los barrios bonaerenses las familias están atravesando una situación muy dura”, marcada por la pérdida del salario, los tarifazos y la incesante inflación.

El intendente de Carlos Casares, Walter Torchio, fue uno de los que más insistió con la idea de retomar una relación con el sector agropecuario, cuyos representantes vienen enemistados con el peronismo –y fundamentalmente con algunos dirigentes kirchneristas- desde el “conflicto con el campo” de 2008.

“Hay una necesidad de abrir el diálogo con todos. Dentro de esto, es bueno la voluntad de abrir el diálogo con el sector agropecuario”, le aseguró el intendente al portal INFOCIELO.

El jefe comunal argumentó que desde la ruptura con el campo, luego de que el gobierno encabezado por Cristina Fernández intentara incrementar las retenciones con la recordada ley 125, el “interior de la provincia tuvo posiciones opositoras”, sosteniendo que ese fenómeno tuvo que ver sin dudas “con el enfrentamiento con el campo”.

Creo que no ver en el campo un sector relevante, es un error”, disparó, agregando que “es el momento de poder recuperar el diálogo y entablar un sector tan importante como es el sector del campo”.

Pero no solo intendentes como Torchio fueron los voceros de una “apertura”, sino que desde la boca de Alberto Descalzo –intendente de Ituzaingó- también se escucharon buenas opiniones sobre la presencia de sindicalistas de peso dentro del nuevo intento de unidad del peronismo, como lo son Pablo Moyano –del gremio de Camioneros- y Roberto Baradel, líder de SUTEBA.

“Fue importante la presencia de Baradel, haciéndonos conocer cuál es la situación de la educación en la provincial. Fue un informe conciso y preocupante”, indicó Descalzo.

El histórico intendente describió que también se hizo referencia sobre la falta de “obras que necesitan las escuelas y los arreglos”, así como también la urgencia para que “haya una discusión clara sobre las paritarias en función de las necesidades docentes”.

Tal como puntualizó el documento presentado por la primera cumbre del PJ bonaerense conducido por los intendentes Menéndez y Gray, “el desafío inmediato es abrir la mirada e integrar a la gente más allá de la lógica partidaria”, ya que en “los barrios bonaerenses las familias están atravesando una situación muy dura”, marcada por la pérdida del salario, los tarifazos y la incesante inflación.

En este sentido, el peronismo de la provincia apunta contra las políticas del gobierno nacional, pero también aceleró sus críticas hacia el gobierno de María Eugenia Vidal, cuya gestión hasta ahora ha tenido enfrentamientos menores con sindicatos. De todas formas, la no presencia de las figuras más importantes del kirchnerismo -como la intendenta matancera, Verónica Magario- dejaron un sabor agrio. 

La necesidad de abrir la puerta a sectores divergentes del peronismo duro, así como volver a conciliar las relaciones con un sector muy poderoso como lo es el campo, serán las claves de una nueva oposición que no puede perder pisada si quiere llegar con fuerza al 2019.

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