Opinión
Los perros en la calle: un problema que Chivilcoy necesita resolver entre todos
La problemática de los perros sueltos en las calles de Chivilcoy requiere una acción inmediata y coordinada entre el Municipio y las protectoras locales. La falta de políticas públicas efectivas y la falta de ejecución de la ordenanza vigente agravan una situación que afecta tanto a los animales como a la seguridad y bienestar de la comunidad.En Chivilcoy, como en tantas otras ciudades del país, el problema de los perros sueltos en la vía pública se ha convertido en una preocupación constante para vecinos, autoridades y organizaciones protectoras de animales. Más allá del cariño y el respeto que merecen los animales, no se puede ignorar que su presencia sin control en calles, plazas y rutas representa un riesgo real para la seguridad vial, la salud pública y el propio bienestar de los perros.
Los ataques a personas, los accidentes de tránsito y la propagación de enfermedades zoonóticas son solo algunas de las consecuencias de una situación que necesita soluciones urgentes, sostenidas y responsables. No se trata de buscar culpables, sino de asumir responsabilidades.
La presencia descontrolada de perros en las calles también afecta la convivencia, generando conflictos entre vecinos y expone a los animales a una vida de sufrimiento, maltrato y peligro.
Según denuncias que tantas veces hemos publicado en nuestro medio, los casos de mordeduras, ataques a otros perros, e incluso muchos accidentes de tránsito vinculados a la presencia de perros callejeros, se han vuelto cada vez más frecuentes.
Aunque existe una ordenanza (Nº 5.642) sancionada el 18 de diciembre de 2012 que establece que si se encuentran perros en la vía pública sin sus dueños, deben ser levantados, vacunados y entregados a entidades protectoras, la falta de ejecución efectiva de esta norma ha permitido que la situación persista y aumente, exponiendo a la comunidad y a los animales a riesgos evitables.
Ahora es el momento de que las autoridades municipales y el Concejo Deliberante trabajen en conjunto con las protectoras locales para diseñar y ejecutar políticas públicas efectivas: campañas masivas de castración, creación o mejora de refugios, adopciones responsables, educación ciudadana y, sobre todo, un control ético de la población canina.
Las organizaciones protectoras vienen sosteniendo con esfuerzo y recursos propios una tarea inmensa. Pero solas no pueden. Tampoco alcanza con esperar que el problema se resuelva “naturalmente”. El municipio debe involucrarse activamente con decisión, articulando con quienes ya tienen experiencia, pero también asumiendo su rol en la planificación, ejecución y seguimiento de las acciones.
La construcción de caniles en el predio del Corralón Municipal, anunciada en 2017, durante este mismo gobierno, fue un paso positivo, pero se requiere una implementación efectiva y sostenerla en el tiempo.
La comunidad también juega un papel crucial. Es necesario fomentar la tenencia responsable y la adopción de animales, así como denunciar casos de maltrato o abandono. Solo con un esfuerzo conjunto entre autoridades, protectoras y vecinos se podrá garantizar una ciudad más segura y justa para todos.
Las soluciones existen. Lo que falta, según coinciden voces de distintos sectores, es voluntad política para ponerlas en marcha. Este es un problema que afecta a todos: animales, vecinos y autoridades. Ya no se trata solo de cuidar únicamente a los perros, sino de cuidar a la comunidad entera.
Es hora de que Chivilcoy dé el paso hacia una ciudad más responsable, segura y humana para todos.