Casos
Si nos separamos… ¿Con las mascotas, qué hacemos? Batalla judicial por los caniches
Por Dr. Emmanuel LangoneLos animales domésticos han pasado a ser en algunos senos familiares, parte de los miembros de la familia. En nuestro país, el caso de Emmanuel Medina y su ex pareja fue el primero del país, y asentó las bases a nuevos pedidos de iguales características. En el caso que les traigo, la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial Sala Primera de Gualeguaychú, Entre Ríos, en un reciente fallo del 24/7/2024 se expresó nuevamente sobre esta temática. Aquí tras la separación, el hombre se llevo a los 3 caniches, a lo que la mujer reclamó la restitución mediante una medida cautelar en el marco de protección integral por violencia de género, por el retiro de los perros de su custodia. El juez de primera instancia, intentó convencer a la mujer que debería mediar un derecho de visita para ambos. La mujer no aceptó y el juez ordenó la restitución de los perros a la mujer. El hombre apeló a cámara la decisión y logró un régimen compartido.
Es necesario que analicemos juntos, qué criterios tomó la cámara, para sostener que los animales deben tener un régimen compartido. Comenzó el fallo, sosteniendo que los animales son sujetos de derecho, seres vivientes, no cosas, (lo cual, creo, todos compartimos) y no puede asimilárselos, por más que así los trate el Código Civil y Comercial. Eso entendió el Juez de primera instancia, al sostener que el domicilio de la solicitante era "el centro de vida de los perros".
La cuestión, no involucra exclusivamente lo que puede sentir la ex pareja, sino lo que sienten los propios animales, quitando la óptica del mero análisis de los sentimientos de una de las partes y dándole preponderancia a la realidad vivencial de las mascotas. Es claro que, la atribución exclusiva a alguno de ellos puede afectar a las mascotas.
No es un problema de violencia de género, por maltrato hacia animales para lastimar a la mujer. Los inconvenientes no surgen por violencia durante la relación, sino a posteriori, por la tenencia de los 3 caniches que se atribuyen en propiedad y pretenden tener en forma exclusiva, cuestión que no es menor e influye en el conflicto, no sólo de las partes, sino de las propias mascotas. El estrés y la ansiedad de los dueños puede transmitirse como estrés y ansiedad al perro. Los avances en la investigación canina revelan que los perros responden a las expresiones faciales y vocalizaciones de emoción de humanos y perros, y sus regiones de recompensa límbicas responden al olor de sus cuidadores. Los perros muestran expectativas impulsadas por las emociones, tienen trastornos afectivos y exhiben algunos subcomponentes de empatía. Algunas reacciones de comportamiento y químicas de los humanos, pueden afectar a los perros de manera que les permiten, no sólo distinguir entre el miedo, la alegría o el enfado de sus dueños, sino que pueden "captar" esos sentimientos de sus compañeros humanos. Al igual que los bebés miran a sus padres para saber cómo reaccionar ante las personas y el mundo que les rodea, los perros -a menudo- buscan señales similares de los humanos. La conexión emocional entre los humanos y los perros “es la base de la relación". La solución razonable, es que se distribuya el cuidado de esas mascotas por tiempos iguales durante la semana entre los dos ex integrantes de la pareja, y que sean retirados y entregados por quienes ellos decidan en confianza a uno y otro. Este tema sé que a muchos va a exceder, pero, quienes sientan ese especial afecto por sus mascotas, entenderán que aquí se hizo justicia.