Caso Alberto Fernández y el deber de denunciar del médico

El caso del ex presidente Alberto Fernández, está dentro de los intereses de la opinión pública hace días. El día martes 13 de agosto, su ex pareja Fabiola Yánez, amplió su declaración aportando argumentos, que desprenden nuevas acusaciones, dentro de ellas, el posible encubrimiento del médico Saavedra, delito que tiene una pena de 6 meses a 3 años agravándose a 6 años si la persona es funcionario público -como Saavedra  lo fue en el momento de los supuestos hechos-.          

Como algunos ya sabrán, la ley  26.485 de violencia de Género, en su art. 18 expresa: las personas que se desempeñen en servicios asistenciales, sociales, educativos y de salud, en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión de sus tareas tomaren conocimiento de un hecho de violencia contra las mujeres en los términos de la ley, están obligados a formular las denuncias, aún en aquellos casos en que el hecho no configure delito. Sostenido en el art. 24 de dicha ley, obliga a toda persona que se desempeñe laboralmente en servicios asistenciales, sociales, educativos y de salud, en el ámbito público o privado, que con motivo o en ocasión de sus tareas tomaren conocimiento de que una mujer padece violencia siempre que los hechos pudieran constituir un delito.                                                 

En su nueva declaración, ante el fiscal Ramiro González, desde España, la exprimera dama Fabiola Yánez empezó a desenmarañar la telaraña de complicidades que se tejió puertas adentro de la Quinta Presidencial de Olivos, donde el expresidente Alberto Fernández (según sus dichos) la golpeó en varias oportunidades, según ella misma denunció, y apuntó contra el titular de la Unidad Médica Presidencial por encubrir esas golpizas. Y ello ya que el médico, la vio con el ojo morado y le recetó globulitos de árnica para que el hematoma se fuera. Por lo dicho, es que la fiscalía también solicitó la declaración del Intendente de la Quinta de Olivos, a fin de ratificar los dichos de Yánez y obtener material fílmico de 2021 a 2023 de la Quinta de Olivos, para corroborar también, los argumentos de la víctima al sostener que no la dejaban salir de la quinta de Olivos por los hematomas que presentaba, por lo que se paseaba lesionada en sus instalaciones, pudiendo ser captada por dichas cámaras.                                                 

Por eso, y tirar así por tierra la falsa creencia popular, de que “la violencia en la pareja es un tema privado, no hay que meterse”. Claro que, además, aprovecho para sostener mi total repudio a los hechos de violencia de género en caso de así acreditarse, del ex presidente contra su ex pareja, una situación aberrante, silenciosa y que tanto socava en la psiquis de la mujer agredida, tanto sea física, emocional o económicamente. Ojalá, el poder no opaque a la justicia, en la cual aún sigo confiando plenamente.