Opinión

Barbarie y civilización

Por: Diego Magrini
domingo, 16 de junio de 2024 · 08:00

La situación descrita, con detonaciones, autos incendiados, detenidos, corridas y enfrentamientos en el Congreso es un claro reflejo de la brutalidad y la barbarie que ha permeado nuestra sociedad.

Los actos vandálicos y la violencia desenfrenada demuestran un nivel de degradación moral y ética que resulta inaceptable en cualquier civilización digna de tal nombre. El maltrato a periodistas, la destrucción de sus herramientas de trabajo y la falta de respeto por el derecho a informar y comunicar revelan una podredumbre  moral que corroe los cimientos de nuestra sociedad.

Es evidente que la violencia no sólo es intolerante, sino que es un síntoma de una enfermedad social profunda que amenaza con devorarnos si no actuamos con determinación y valentía. La intolerancia, la agresión y la falta de empatía sólo sirven para perpetuar un ciclo destructivo que nos arrastra hacia la oscuridad y la desolación. Es imperativo que nos levantemos con voz firme y rechacemos de manera contundente cualquier manifestación de violencia, por mínima que sea.

La responsabilidad recae en cada uno de nosotros, en levantarnos contra esta marea de odio y destrucción y construir juntos un mundo donde la paz, la justicia y el respeto sean los pilares fundamentales de nuestra convivencia. La violencia solo engendra más sufrimiento, más división y más desesperanza. Es hora de comprometernos, de manera inquebrantable, a construir un futuro basado en la comprensión, la colaboración y la solidaridad. Juntos, podemos alzar la voz y erigir un mundo donde la violencia no tenga cabida y donde los valores de humanidad y dignidad humana sean la norma, no la excepción.

La decisión de la jueza federal de mantener detenidas a personas involucradas en los destrozos es un paso importante en la búsqueda de justicia y responsabilidad por los actos de violencia cometidos. Es preocupante que se haya llegado a este punto, donde individuos han atentado contra el orden constitucional y han causado daños graves en un lugar tan emblemático.

Por otro lado, es alentador ver que la Justicia está tomando medidas firmes para investigar y procesar a aquellos responsables de los incidentes. Los delitos de lesiones, daños, incendio, y otros mencionados, son graves y deben ser tratados con la seriedad que merecen. Es trascendental que se haga justicia y que se envíe un mensaje claro de que la violencia y la destrucción no serán toleradas en nuestra sociedad.

La denuncia presentada por la vicepresidenta, y el avance de la investigación por parte del Gobierno son pasos en la dirección correcta para garantizar la seguridad y el respeto por las instituciones democráticas. Es imperativo que se investigue a fondo y que se aplique la ley con rigor para prevenir futuros actos de violencia y proteger la integridad de la ciudadanía.

Comentarios

17/6/2024 | 10:45
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Totalmente de acuerdo. El que genera violencia y destrucción debe pagar por sus daños. Se puede discrepar las ideas y es saludable para la política que así sea, pero no imponer por la violencia sus ideas. Más cuando muchos de los violentos son barras bravas pagados por dirigentes políticos. No importa quien, que color político representa si no es que incurrió en un delito y debe ser penado por ello.