Casos
El estrés postraumático, una incapacidad laboral que cada vez se produce más
Por: Dr. Emmanuel LangoneCuando hablamos de indemnizaciones laborales que nacen desde la merma en las capacidades laborales de los trabajadores, siempre suele hablarse de limitaciones funcionales, nacidas por traumatismos por fracturas, o ligamentos o meniscos que sufren severos daños y los médicos que suelen ver a los trabajadores por ART, suelen ser traumatólogos, pero rara vez, se habla de la incapacidad psicológica que a raíz de un accidente -puede quedarle de manera permanente al trabajador-, de hecho en muchos casos como el que genera esta columna, pretenden todos las partes, -incluso su defensa-, pasarlos por alto. Al introducirme en este tipo de causas, sí entiendo que, puede haber cimientos para que nos encontremos ante este escenario de daño psicológico, recomiendo siempre la interconsulta con psicólogos a fin de que se analice por expertos, si existen reacciones o desorden por estrés post traumático, reacciones vivenciales anormales neuróticas, estados paranoides o incluso depresión psicótica. No crea que estas patologías sólo nacen en casos extremos, a veces, la pérdida de un dedo, o causar la muerte en un accidente de tránsito de manera involuntaria, puede generar y lo he visto en casos que he llevado adelante, patologías de esta índole que reitero, suelen pasarse por alto, e incluso nunca tratarse.
Como les decía, el informe de psicodiagnóstico laboral de parte, es fundamental en estos casos, para pelear por la incorporación de dicha patología, sumada al daño físico que todos conocemos. Obviamente, estas patologías deben tener nexo causal (es decir, vincularse) con el accidente sufrido, debiéndose descartar primeramente todas las causas ajenas a esta etiología, como la personalidad predisponente, los factores socioeconómicos, familiares, etc. El estrés post traumático, no es ni más ni menos, que un evento traumático relevante que ocurre en el trabajo, ya sea como accidentes, o como testigo presencial del mismo. Constituyen una enfermedad, reconocida oficialmente por el DSM III, y la CIE 10 (OMS), que tiene una etiología, una presentación y un curso, así como un pronóstico y resolución. Claro que, la patología debe ser exclusiva del accidente y no versar sobre la personalidad básica del sujeto, la biografía, los episodios de duelo, la respuesta afectiva, las expectativas laborales frustradas y sus relaciones personales. Si esta patología es de grado 1 con tratamiento es recuperable 100%, pero si presenta alteraciones en el pensamiento, concentración o memoria, necesitando tratamiento medicamentoso o psicoterapéutico, puede arrojar incapacidades de hasta el 10%. Y si hay crisis de pánico, fobias y obsesiones con el tratamiento psicofarmacológico, incluso la incapacidad puede ser del 20%. Inclusive, si requiere el damnificado, asistencia permanente presentando, por ejemplo: Neurosis Fóbicas o depresiones neuróticas, la incapacidad en estos casos puede ser de hasta el 30%.
Por todo esto, les recomiendo en la medida que esté en sus posibilidades, cuiden mucho su salud mental, si sufren moobing o acoso laboral, un accidente laboral grave o si lamentablemente fueron víctimas de hechos traumáticos no dejen de recibir la asistencia psicológica y psiquiátrica necesaria. A veces este enemigo, se presenta de manera silenciosa y muchos no lo ven o no quieren verlo.