Entre el beneficio y el riesgo
El auge descontrolado de gimnasios y entrenadores: entre la moda y el riesgo para la salud
Por Darío EchazarretaEn la última década, el interés por el ejercicio físico ha llevado al crecimiento exponencial de gimnasios y entrenadores personales en Argentina, cosa que no deja afuera a nuestra ciudad sino que la ubica en una de las que más ha “crecido” al respecto, nuevos locales en diferentes puntos, algunos muy bonitos y majestuosos otros más humildes desde el garaje de una vivienda y esta tendencia, que debería ser celebrada como un avance hacia estilos de vida más saludables, está empañada por la falta de controles y la proliferación de entrenadores sin formación adecuada.
Entre el beneficio y el riesgo
La actividad física bien orientada mejora la calidad de vida, previene enfermedades y fortalece el bienestar emocional. Sin embargo, cuando es dirigido por personas sin capacitación, puede generar lesiones o agravar dolencias existentes.
En el ámbito del running, por ejemplo, han surgido entrenadores que minimizan los riesgos y asumen un rol que supera sus conocimientos, incluso su capacidad. En algunos casos conocidos, los corredores han sufrido lesiones por sobreentrenamiento o mala técnica. Estos "entrenadores" argumentan que se trata de dolencias "normales" del deporte, desviando la atención de la gravedad del problema. Al no recibir un tratamiento adecuado, estas lesiones pueden complicarse, causando daños irreversibles en el atleta.
El marco legal y la falta de control.
En Argentina, las leyes que regulan la actividad física, como la Ley 12.329 en la provincia de Buenos Aires, exigen que los gimnasios sean dirigidos por profesionales certificados. Sin embargo, la falta de fiscalización permite que muchos operen sin cumplir con estas normativas, dejando a los usuarios en manos de personas sin formación adecuada, quizás y con suerte con capacitaciones muy básicas.
Consejos para elegir responsablemente
Si estás pensando en iniciar un programa de entrenamiento, estas recomendaciones pueden ayudarte a evitar riesgos:
Conoce la preparación de tu entrenador: Asegúrate de que sea profesor/a de Educación Física, que cuente con licenciatura en ciencias del deporte y/o actividad física, tecnicatura en deportes, máster en deportes, título de personal trainer, Preparador físico, incluso si tu entrenamiento es para un deporte específico fijate que tu entrenador tenga capacitación en ese deporte.
Observa cómo interactúa con sus alumnos: ¿corrige la técnica? ¿Personaliza el entrenamiento? O ¿sólo te atiende cuando lo buscas?
Investiga referencias : Consulta opiniones de otros usuarios o alumnos.
Observa su metodología : Un buen entrenador adapta las rutinas a las necesidades y capacidades de cada persona.
Consulta con un médico: Antes de empezar cualquier actividad física intensa, realiza un chequeo médico para identificar posibles riesgos.
La actividad física es más que estética.
No se trata sólo de mejorar la apariencia física, sino de cuidar la salud integral. La falta de profesionalismo no sólo desacredita al sector, sino que pone en riesgo a las personas que confían en el ejercicio como herramienta para el bienestar.
Un llamado a la responsabilidad compartida
La solución a este problema no es sólo más controles por parte de las autoridades, sino también mayor conciencia entre los usuarios. Elegir entrenadores y gimnasios certificados no es un lujo, es una necesidad. La actividad física no debería ser motivo de preocupación, sino una fuente de salud y calidad de vida.