¡Arriba las manos, esto es un asalto!

Otra vez, como tantas otras, un gobernador de la provincia más rica del país, en complicidad con los legisladores, vuelve a meter la mano en los bolsillos a los agobiados contribuyentes bonaerenses con total descaro e impunidad.

Como ocurriera en el año 2018 cuando la entonces gobernadora del PRO, María Eugenia Vidal creara el impuesto Inmobiliario complementario, ahora Kicillof logró meter una cuota adicional para financiar la inmensa estructura burocrática que tiene la provincia y que después de la inesperada derrota de Unión por la Patria en la Nación, se agrandó más aún al tener que “refugiar” a los exiliados funcionarios del gobierno nacional.

El gobernador y su séquito de ministros y asesores  demostraron una vez más, una absoluta falta de consideración sobre la realidad que vive gran parte de la población, de los emprendedores y de las pequeñas empresas; una desconexión alarmante que da escalofríos, ya que son ellos los que deciden las políticas tributarias de la provincia. 

Parecen olvidar que hace solo tres años el país estaba prácticamente paralizado por una pandemia, durante la cual, la gente en general, sólo acumuló deudas. Muchos ni siquiera pudieron trabajar, otros trabajaron a medias debiendo mantener la nómina salarial completa por la imposición de la doble indemnización. Dos años en los que, los emprendedores y pymes que sobrevivieron, en su mayoría, quedaron ahogados económica y financieramente y aún hoy están pagando las deudas contraídas por el encierro.

Y nuestro gobernador, que nunca estuvo de este lado del mostrador, que nunca pagó un sueldo de su propio bolsillo, que nunca generó un empleo privado, que siempre vivió a expensas  de un estado benefactor, no tiene una mejor idea, que aumentar los ya abusivos impuestos para seguir manteniendo los privilegios de una clase política que pareciera, no está dispuesta a perderlos.

Nuestros gobernantes todavía no han entendido la bronca de la gente que en las últimas elecciones, castigó a esta obsoleta y perimida clase dirigente que hizo, y hace populismo con nuestro dinero, pero nunca con el suyo.

La gente está harta de siempre tener asumir las consecuencias de una fiesta a la que no fueron invitados, de que el esfuerzo nunca recaiga sobre “ellos”.

El titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, tuvo que salir a dar explicaciones poco creíbles, y trató de justificar el aumento aduciendo que sólo las partidas de mayor valuación tendrán la cuota adicional en el impuesto inmobiliario edificado y aseguró que sólo uno de cada diez propietarios, abonará el componente adicional.

Como ejemplo, una propiedad que canceló la quinta cuota del año pasado con 10.000 pesos, y  pagó la 4° cuota del 2024 unos  37.000 pesos (un 370% de aumento respecto a octubre del año pasado) está recibiendo la 5° cuota con el adicional por 75.000 pesos (un 750% más que hace un año).

Otro claro ejemplo de la voracidad fiscal es la VTV, que impacta de lleno en el corazón de la clase media.  En diciembre del 2023 costaba 9.870,35 pesos mientras que para diciembre de 2024 alcanzará los $ 63.463, un aumento del 643%.

Mientras los diputados y senadores provinciales levantan ambas manos para votar aumentos de impuestos, el tribunal de Casación penal bonaerense le otorgó la prisión domiciliaria a “Chocolate” Rigau, detenido por cobrar 48 sueldos truchos en el mayor escándalo de corrupción en la Legislatura bonaerense, sin que ningún Legislador levantara un dedo.

Ningún índice, de ninguna clase, de ningún organismo público ni privado midió aumentos de precios de semejante magnitud.  Ni siquiera las todopoderosas farmacéuticas, que en promedio subieron algunos medicamentos un abusivo 480 %, se animaron a tanto.

Esta es otra embestida más de la incompetente cúpula política contra la maltratada y casi extinguida clase media argentina, para seguir manteniendo privilegios que en la actividad privada jamás serían capaces de conseguir.