Opinión
¿Libertad?
Por Diego ManusovichLas sociedades modernas hemos elegido vivir en comunidad y regidos por leyes y costumbres. La libertad no es total. No podemos salir desnudos por la calle, ni pintar del color que se nos antoje la casa del vecino. Tampoco podemos maltratar niños, ancianos o mascotas. Ni hablar de hurtar la propiedad del otro o intimidarlo con gritos o puñetazos.
La libertad en comunidad no es total. Los semáforos en rojo son para detenerse, los trabajadores deben estar correctamente registrados y debemos tributar nuestros impuestos colectivos con puntualidad.
Entonces ¿puede una candidata a vicepresidenta asegurar con total libertad que la dictadura no fue un genocidio de estado? A pesar de que la justicia ha comprobado y dictaminado miles de casos de torturas, desaparición y apropiación de bebés, la candidata Victoria Villarruel de la libertad avanza, niega la existencia de lo comprobado hasta el hartazgo.
¿Cuáles son los límites de la libertad a la hora de abrir la boca y pronunciar palabras públicamente?
El candidato a presidente de la república Javier Milei, llegó a decir días atrás: “¿cuál es el problema de que una empresa contamine un río?”, desafiando todos los límites de nuestros acuerdos colectivos. Todos los pensadores clásicos apoyaron de una u otra manera el abandono de la libertad total en aras de la paz social y la sustentabilidad de la vida en común.
John Stuart Mill: En su obra "Sobre la libertad" (1859) argumenta a favor de la libertad individual y discute los límites de esta libertad. Sostiene que la libertad individual puede ser restringida solo para prevenir daño a otros. Su famoso principio del "daño" establece que la única justificación para la intervención gubernamental en la libertad de un individuo es prevenir daños a otros.
Jean-Jacques Rousseau: En su obra "El contrato social" (1762), habla sobre la libertad en el contexto de la formación de sociedades civiles. Argumenta que la libertad individual puede estar sujeta a ciertas restricciones en beneficio del bien común y la voluntad general.
Immanuel Kant: En su obra "Fundamentación de la metafísica de las costumbres" (1785), discute la idea de la libertad moral y establece que la libertad individual debe estar en consonancia con la ley moral universal. Argumenta que la libertad no debe utilizarse como excusa para actuar de manera inmoral.
Thomas Hobbes: En su obra "Leviatán" (1651) argumenta, que en un estado de naturaleza, los individuos tienen libertad absoluta, pero esta libertad conduce al caos y la guerra. Propone un contrato social en el que las personas renuncian a parte de su libertad en favor de un gobierno central para garantizar la paz y la seguridad de todos.
Vivir juntos implica mandamientos comunes de cuidado físico, verbal y simbólico. No podemos decir cualquier cosa en cualquier contexto. El anonimato ha exacerbado las redes sociales y ha engendrado ciudadanos desbocados que aprovechan las sombras para ilusionarse con un mundo sin normas y sin pudor.
El respeto a nuestras maravillosas disidencias debe estar reglado con parámetros de forma y contenido, no hay sociedad que aguante si se descalifican o se vulneran los principios fundamentales de nuestras creencias compartidas.
No podemos hablar de esclavitud, ni de nazismo, ni revalorizar a los militares genocidas ni atacar a ninguna autoridad de ninguna iglesia.
Podemos sí intercambiar argumentos de toda índole resguardando nuestras formas y los límites de una libertad que no avanza, más bien degenera.
Seguimos pensando.