Opinión: Por Leandro Crespi
Chivilcoy: ¿Qué Peronismo nos gobernará?
De los ultimos cuarenta años sólo en dos períodos goberno el radicalismo...De los últimos cuarenta años sólo en dos períodos gobernó un intendente radical. Lo hizo primero Rodolfo Bardengo de 1995 a 1999 y luego Juan Carlos Ferzola en el período 1999/ 20003.
Los restantes 32 años, distintos hombres de origen Peronista fueron los conductores de la Intendencia Municipal de nuestra ciudad.
Cabe una aclaración para entender por qué ganó el candidato de la Unión Cívica Radical en 1995, el Justicialismo en 1991 y 1993 había ganado 20.000 a 10.000 es decir que doblaba al Radicalismo en votos. Sucedió en 1995 -cuando el Peronismo de Menem ganaba en todos lados- que la interna del Peronismo local fue brava y dejó muchos heridos, lo que produjo este resultado inesperado.
Es más, un conocido peronista me dijo en esos momentos que estaban haciendo apuestas de cuantos días duraría Bardengo en el Palacio Municipal…
Pero vamos al siglo XXI y el año 2003, Ariel Franetovich llegaba a la Intendencia con el apoyo de su amigo del alma Florencio Randazzo.
Fueron cuatro años vertiginosos de Ariel con mucho empuje; una economía nacional que funcionaba con superávit fiscal y con superávit comercial y un plan acorde para Chivilcoy de obras que daban desarrollo a la economía local.
No tengo recuerdo de una elección como la del año 2007 cuando Ariel Franetovich fue reelecto con el 73% de los votos.
Vamos de vuelta: más de 7 de cada 10 electores de la ciudad sufragaron por él. Faltaba que fuera al Registro de la Propiedad y que inscribiera Chivilcoy a su nombre.
Hoy, en 2023, todavía no hay precandidatos, mucho menos sabemos quienes serán. Pero analizando el contexto yo creo que Ariel va a ser candidato a Intendente y ahí habrá que ver qué hay hoy de lo que fue una goleada monumental hace 16 años atrás.
Cuando se trató el presupuesto municipal de 2023 –aprobado por unanimidad- de $ 7.330 millones de pesos, fue aprobada por mayoría la ordenanza fiscal impositiva con un 69, 1% de aumento.
En dicha oportunidad el concejal José Ferro declaró que Desarrollo Social se utiliza para el clientelismo político. El concejal Bruno fue crítico respecto a que las partidas presupuestarias para Salud tuviesen un aumento de sólo el 55%. Hubo algunas propuestas del concejal Giannini respecto a la importancia de inversión forestal y la concejal Raullier objetó la compra de 69 cámaras porque consideraba exigua dicha cantidad. Más allá de estas consideraciones se aprobó y luego se convirtió en la ordenanza 10.400.
Los números muestran que hoy el Municipio tendría 2.237 empleados entre permanentes y temporarios.
El Departamento Ejecutivo en sus distintas áreas 1.538 Permanentes y 644 Temporarios.
El H. Concejo Deliberante tendría 40 permanentes y 15 temporarios.
Comparado con el año 2019 el presupuesto esbozaba 1.276 permanentes y 711 temporarios en el Departamento Ejecutivo.
El H. Concejo Deliberante 33 permanentes y 13 temporarios.
La suma da 1.309 permanentes y 724 temporarios. Un total de 2033.
¿Se aumentó la planta de empleados en 204 nombramientos?
En realidad es una moda que continúa a los anteriores gobiernos de 2015: el aumento de los empleados.
Pero la pregunta del millón es si esos nuevos empleos fueron para el área de Salud o de Obras y Servicios Públicos. Sectores sensibles a las necesidades de la población y que muchísimas veces sufren faltantes.
Estaría bueno ver las propuestas de los candidatos y liderazgos como el que fue en su momento el de Franetovich. Habrá que ver si segundas partes pueden ser buenas.
Hoy por hoy resultará muy difícil ganarle al oficialismo municipal. Un oficialismo que supo arrancar a la vida política con De Narváez allá por el 2011, se sumó a la candidatura de Sergio Massa en 2015 y armó su propia estructura política con un Partido Vecinal que cuenta con cientos de militantes oficialistas. Un verdadero ejército para repartir boletas, fiscalizar elecciones.
Es muy posible que ganen.
Pero, más allá de un potencial triunfo, quiero compartir mi vivencia del lunes pasado cruzando la Plaza Principal. Veo un empleado con una carretilla con batea de plástico en una canilla, con una manguera llenaba la carretilla agujereada. Lo saludé y le consulté en qué iba a utilizar la misma. Me dijo es para regar las plantas, claro que pierde un poco, pero es lo único que tengo para regar las plantas…
Me dio mucha tristeza, me dio impotencia. Recordé, por supuesto, que este intendente lleva 7 años y medio, que fue reelecto y que posiblemente gane…
Igual seguí con la misma sensación. No es un problema de votos o de éxito personal. Llamar ahora a una licitación que costará millones para refaccionar la plaza es un cuento que, más allá que la pongan linda, nos muestra que primero la dejaron venir abajo para después festejar “la puesta en valor”.
El dinero y el éxito es el único idioma que saben entender.
No tienen conciencia sobre la época de limitación económica que sufren los contribuyentes que pagan las tasas que aumentan y mucho, sin pensar alguna vez en ser austeros… con la plata ajena, aunque sea una vez.
Oscar Wilde decía: “Un cínico es quien conoce el precio de todo pero el valor de nada”.