Opinión
El Pueblo peronista y los Gerentes del peronismo
Por: Leandro CrespiEstamos viviendo momentos aciagos, de dolor, de impunidad y de soberbia.
Aciagos porque, en lugares como La Matanza, donde el Frente Justicialista de Liberación en 1973, más exactamente el 11 de marzo triunfó con un porcentaje de votos superior al 65% del padrón.
En la elección del año 1983 ganó Russo la intendencia acompañando la fórmula Luder- Bittel del Justicialismo y por poco la elección presidencial ya que hubo peronistas que votaron al entonces candidato Raúl Alfonsín y las mesas de La Matanza daban una diferencia de 20 votos nada más para un Justicialismo acostumbrado a ganar por goleada en esos lares.
El kirchnerismo, -con soberbia- ha ido despilfarrando ese sitio inexpugnable que fue La Matanza; en el año 2021 ganaron con el 42% de los votos dejando en el camino más de 200.000 sufragios que habían acompañado al Frente de Todos en el triunfo de 2019.
Una persona con sentido común diría “algo hicimos mal”. Pero la realidad indica que el intendente municipal Fernando Espinoza y su séquito de colaboradores están empachados de poder.
Hace añazos gobiernan presupuestos millonarios, viven gozando las mieles del poder y hasta se han mudado a Puerto Madero para hacer más grata su vida según se dice.
Los que sí saben qué está pasando en su tierra son los ciudadanos y ciudadanas matanceros que siendo peronistas han salido a putear y a demostrar su hartazgo por la inseguridad como principal motivo.
Quienes dirigen el País, la Provincia y el distrito en cuestión, son todos peronistas. Todos se arman peleas para defender su quintita, sus privilegios y sus egos. Han creado una Oligarquía y por eso no escuchan, no entienden o se hacen los boludos ante una realidad llena de dolor y de delitos impunes.
Es quizás la primera vez que el pueblo peronista no los va a votar, es posible que asistan a la primera derrota en Matanza. Más allá de la estadística, ese pueblo, como tantos otros, sufre el desamparo de sus dirigentes que se ocupan de cuestiones electorales, personales y de poder.
Hasta ahora la iban balconeando y pasando las elecciones con la certeza de ganar. En ésta quizás no lo sepan, aunque ya a esta altura no importa el nivel de su ignorancia, que el resultado para ellos va a ser tan doloroso como para ese pueblo peronista que tantas veces los ungió y que tantas mordió el polvo del fracaso, el desasosiego y un horizonte oscuro.
Quizás sea como lo dice Ervin Laszlo (científico húngaro) “Hay dos cosas en las que he llegado a creer, implícitamente, acerca del mundo en que vivimos. Una es que nada de lo que en él ocurre es independiente de cualquier otra cosa. La otra es que nada de lo que ocurre es completamente fortuito y víctima del azar”.