Opinión

Defenderse

Por: Jimena Villar
domingo, 26 de junio de 2022 · 02:53

La Fight-or-flight response, que puede traducirse como la respuesta de lucha o huida, es una reacción fisiológica automática ante un evento que se percibe como estresante o aterrador. La percepción de amenaza activa el sistema nervioso simpático y desencadena una respuesta de estrés agudo que prepara el cuerpo para luchar o huir. Esta reacción existe en la naturaleza y los humanos la heredamos de nuestros antepasados que huían de depredadores o de otras tribus, o, que, por el contrario, decidían pelear.

En el mundo moderno, seguimos rodeados de distintas amenazas, y constantemente debemos optar por correr (o dejarla pasar), o luchar (responder). Yendo completamente en contra de las tendencias new age, psicoanalistas y meditativas, creo que hoy es necesario defenderse, responder, no poner la otra mejilla sino detener esa mano que va a pegar la cachetada. Porque muchas veces, por intentar evitar conflictos, el problema se hace mucho más grande, sobre todo para quien debe padecer o aguantar la incomodidad. Tocando de oído, porque no es mi expertise, percibo que muchas personas se están olvidando de las normas sociales básicas y elementales para una convivencia con respeto y consideración hacia el otro. Y no hablo solo de anécdotas personales, sino de vivencias de gente amiga y también de familiares. Mi respuesta, últimamente, viene siendo “pudrila”. Porque hay personas a las que se les debe poner un límite, sean pares o autoridad, completos desconocidos o amigos de toda la vida.

Cada vez que conozco a alguien doy por sentado automáticamente que es buena persona, y que puede tener algún que otro mambo como le puede pasar a cualquiera. Siempre me expreso con frases de respeto, “gracias”, “por favor”, “de nada”, “a disposición”. Hasta que, por algún motivo, ese otro saca las garras o los colmillos. Ahí ya no decido más huir, sino pelear, fight back. Decir todo lo que pienso, e incluso, si es necesario, usar palabras fuertes. Nunca se me ocurre maltratar a alguien porque sí, o para demostrar poder, o fortaleza, pero si esa otra persona pasa los límites debe ser ubicada. No sé a quién puedan servirle estas reflexiones y por las dudas, aclaro que no me refiero a la violencia o al insulto, pero sí al límite verbal, y si hay que llegar incluso más lejos, a una instancia en donde se pueda hacer una queja o reclamo formal, hacerlo también.

Creo que hemos huido mucho y por largo tiempo. Y por eso han ganado terreno quienes rompen el contrato implícito del respeto y la sana convivencia. Y esto es aplicable a cualquier ámbito y cualquier tipo de vínculos. Primero el límite y luego sí, hacer de cuenta que ese esa persona tóxica y molesta ya no existe, aunque nos siga hablando, aunque nos pida cosas. Tenemos el derecho de elegir con quien vincularnos, incluso en el trabajo, la facultad, la clase de zumba, donde sea. Basta de poner una sonrisa falsa, de callar, de hacer como que no oímos, o de hacer catarsis por detrás con alguien más. La paz de decirle a quien nos amenaza o agrede lo que pensamos de ellos es incomparable con la frustración que nos hace sentir la opción de la huida. Pudrila, pudrila toda.

Comentarios

28/6/2022 | 04:15
#164795
que logro en la vida tiene esta chica para poder tomar en serio la sarta de ridiculeces que publica de vez en cuando?.
27/6/2022 | 20:45
#164794
Antes de opinar , deberias trabajar una noche en un boliche y ver como aun hablandole educadamente, muchos chicos te contestan mal, te faltan el respeto continuamente y no respetan la autoridad. Con esto que decis que hay que ponerle limites hasta la autoridad, lo unico que haces, es fomentar el odio.
26/6/2022 | 11:32
#164793
Excelente nota y mejor pensamiento Por haberla dejado pasar llegamos a esta anomia boba que no le servirá a nadie