Opinión

La democracia es igual a diálogo

Luis María Mariano Candidato a Vocal Lista 123 de la UCR
domingo, 30 de octubre de 2022 · 02:42

Las administraciones partidarias que se hicieron cargo políticamente del comité en estos últimos años, seguramente no están libres de errores. Va de suyo, nos hacemos cargo de lo que nos compete. Pero ninguno de esos errores, han llevado comportamientos o actitudes antidemocráticas y menos aún, la falta de diálogo.

Pero, ¿a qué errores políticos me refiero que hayan impedido conformar una lista de integración para las próximas elecciones internas? Va mi explicación:

Como radicales, propiciamos que toda gestión sea transparente; también, el garantizar el respeto a las instituciones republicanas como así, a las opiniones ajenas. Pensamos muy similar en preservar esos parámetros.

Ahora bien, aquí sí hago hincapié en aquello en que verdaderamente nos diferenciamos, y es precisamente en la cuestión metodológica instrumental o como dicen los politólogos en el armado o en la “arquitectura política” para acceder al poder.

Militar en un partido político, implica que “todos” sus participantes tienen vocación de poder y de protagonismo.

La UCR de Chivilcoy se encuentra en la oposición conforme al mandato de la ciudadanía, por lo cual el camino para conquistar democráticamente el poder se puede diferenciar en dos senderos a afrontar. El primero, que desde luego no compartimos, es el de la confrontación permanente al accionar del gobernante, que como todo accionar humano es siempre “perfectible” y a su vez, nunca está del todo mal como tampoco del todo bien y también, que lo hecho, nunca es todo malo como tampoco la contraria, todo bueno.

Mantener una cuestión de hostilidad permanentemente con el gobernante, no es saludable para la vida democrática. Somos un partido político que nos define el estar sostenidamente en contrario a la argentina corporativa. Esa argentina sectorizada y que cada uno de esos sectores, buscan solo su exclusivo bienestar desmarcándose de la visión política del conjunto. Tampoco, lógicamente, tenemos una actitud de mansedumbre con los comportamientos autocráticos, los que rechazamos de plano.

Por el sendero que nos indica la convivencia política y la construcción arquitectónica de poder, marchamos dentro del diálogo conducente. Nos mostramos todo el tiempo ante la ciudadanía, para cuando nos dé la oportunidad nuevamente de gobernar nuestra ciudad, vamos a mantener el respeto a las instituciones y por sobre todas las cosas, no tendremos ninguna posición beligerante con aquellos que piensan distintos

Por ahí -a nuestro criterio-, pasan las diferencias “políticas” en que hoy nos presentamos a internas en dos vertientes bien diferenciadas. La relación con las actuales autoridades por un lado la que denominamos beligerante y por el otro lado, la dialoguista en la que estamos enrolados como convencidos que las palabras deben llevar la impronta del entendimiento, la pacificación y buena voluntad para que el resultado de ese diálogo, sea el flameo de la bandera radical y por sobre todas las cosas, para el chivilcoyano.

Por último, existen los que entienden la política del poder de las palabras y aquellos otros, que atrasan con sus actitudes, dado que pretenden seguir viviendo en la política del pasado y violenta.

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