Opinión
Esclavos impositivos
Martín Herscovich Economista167 es la cantidad de impuestos que hay en la Argentina. En breve serán 168 porque el Senado Nacional le dio media sanción a un proyecto que aplica un 0,5% sobre el seguro de los autos para financiar proyectos de forestación.
De los 167 impuestos vigentes: 43 son nacionales, 39 provinciales y 85 municipales. Sin embargo, en 11 de éstos se concentra el 90% de la recaudación. Es decir, que los 156 restantes aportan tan solo un 10%. Pareciera que esta situación se podría mejorar.
Los impuestos sirven para sostener el gasto público, para que el Estado pueda brindar como contraprestación servicios tales como seguridad, justicia, educación y salud a toda la población. A su vez, lo recaudado también se utiliza para proyectos de infraestructura, pago de jubilaciones, pago de planes sociales, subsidios energéticos, entre otros.
Todos los países cobran impuestos, alguno más y otros menos. En Argentina la presión tributaria ha ido en aumento, pasando de un 21% en 2000 al 32,4% en 2020. Mientras que el promedio en América Latina es de un 18% y en los países de la Zona Euro el promedio llega al 41%. Pero más alarmantes son los datos del Banco Mundial, que indican que una pyme argentina que paga todos sus impuestos da pérdida, porque la presión impositiva representa un 106% sobre la ganancia neta.
El debate sobre la presión tributaria va más allá de una postura ideológica sobre tener un “Estado grande“ o un “Estado chico”, tiene que ver con las prestaciones que ofrece ese Estado a partir de la recaudación obtenida. La lógica indicia que, a mayor presión tributaria, mejores bienes y servicios puede (y debe) ofrecer.
Ahora bien, ¿cómo consideran la calidad de los servicios que presta el Estado Argentino? Seguro la mayoría pensará que no está a la altura de los impuestos que pagamos. Lamentablemente, en nuestro país todo aquel que tiene la posibilidad económica de contar con una prepaga u obra social, la tiene. El que puede mandar a sus hijos al colegio privado, lo hace. El que puede colocar rejas, alarmas y cámaras en su casa, también. Y el que no debe lidiar con hospitales en mal estado, escuelas públicas que explotan, trenes que chocan, robos y asesinatos todos los días.
Como afirmábamos en la última nota (“Gas más barato, futuro más caro), el 40% de la factura de gas de un comercio son impuestos, en un kilo de carne hay 28% de impuestos, la nafta tiene un 40% de impuestos, y hasta una Coca-cola de 1,5L posee 48% de impuestos.
A pesar de la enorme cantidad de impuestos que recauda el Estado, y que son cada vez más, parece que nunca le alcanzan. Según los datos de Junio de la Secretaria de Finanzas, la deuda pública alcanzó el récord de U$S 343.519 millones. Eso quiere decir que la Argentina debe más de los que produce en todo un año.
Lamentablemente los políticos ven como única solución el aumento o la creación de nuevos impuestos. Así y todo, la pobreza ha crecido hasta llegar al 42%, hace 10 años que no se genera empleo privado registrado pero sí ha crecido el empleo público, los planes sociales han ido en aumento y los salarios reales son los más bajos de los últimos 15 años. Pareciera que no logran entender que lo que se debe fomentar es el crecimiento del sector privado y no el público.