Plaza tomada
El domingo la noticia buena fue que paró el mal tiempo, aunque siempre faltan cinco pal’ peso, diría mi abuela Manuela.
Y la postal de la desgracia anunciada fue la imagen de la plaza Belgrano en horas de la tarde.
Gente de otros barrios se congregó para hacer uso y abuso del espacio público ante la pasividad de la Comunidad y también de las fuerzas de seguridad.
Grupos de diez o veinte tomando mate, todos sin barbijo y sin distancia.
Todo esto nos ayuda a imaginar que la desgracia es cuestión de tiempo. Para quienes somos viejos de pensamiento y de edad la indefensión estatal y la falta de solidaridad juvenil nos tienen cercados.
Me gustaría ver para el próximo fin de semana una presencia anticipada de la administración municipal en los lugares que colapsan de presencia y de impunidad.
Me gustaría menos discursos y más hechos positivos acompañando un flagelo que hace rato transitamos y no sabemos cuándo termina.
Me gustaría tener que dar las gracias en vez de llamar la atención para que aquellos que deben ser servidores públicos nos atiendan como ciudadanos de verdad y que la cuestión electoral no les ocupe todo el tiempo de sus vidas.