Opinión
¿Qué le pasa a la dirigencia política?
Por Pablo PoggiLo que hemos visto en estos últimos días respecto al Plan de Vacunación en nuestra ciudad, es una muestra cabal de la desconexión de los dirigentes con los problemas terrenales de sus representados. Una pelea sin sentido, de lo más absurda. La política no puede caer tan bajo, no puede hacerse en este marco de irracionalidad y precariedad.
En estas situaciones extraordinarias es dónde más debemos buscar el diálogo, ponernos de acuerdo rápidamente porque el Covid19 nos mata a todos por igual, no distingue a nada ni a nadie, por eso me parece profundamente despreciable que nuestra dirigencia política se comporte como caranchos sobre la osamenta para abordar un Plan de Vacunación en el cual deberíamos estar todos arremangados poniendo el cuerpo por el prójimo, dando el ejemplo.
¿Qué le pasa a la dirigencia política? ¿Pero, qué les pasa?
No puedo creer que no tengan la madurez política suficiente para sentarse en una mesa a conversar y frenar este desquicio despreciable de hacer política raspando el fondo de la olla, sin ideas, sin racionalidad, sin priorizar la vida común de la enorme mayoría de los chivilcoyanos, esa enorme mayoría que no entiende de roscas, chicanas y devoluciones, que viven caminando la calle diariamente porque no están sentados en ningún escritorio en la posición de privilegio de la que goza la dirigencia política (y no importa el partido o pertenencia) mirando a la sociedad de arriba hacia abajo, tengan la capacidad de volverse a colocar cinco minutos en el lugar de donde salieron para volver a experimentar que son mortales de carne y hueso.
A los imbéciles que creen que la política es un club de selfies, que a cada rato le enrostran a la sociedad su posición de privilegio; a los imbéciles que se sacan fotos innecesarias, a los imbéciles que creen que la política es un álbum de fotos, les pido, no humildemente, que den un paso al costado ya, no los necesita nuestro pueblo tomando decisiones.
A las autoridades de la Regional PAMI Chivilcoy, particularmente, les pido que tengan la dignidad de renunciar, no están capacitados para llevar adelante una gestión tan sensible como es la salud y bienestar de nuestros abuelos, si funcionarios de primera línea consideran que sus vidas en redes son más importantes que la gestión, y esos funcionarios deberían saber que “el poder del Soviet” con una estupidez de esa magnitud, no hubiera tenido piedad.
A la gestión municipal, a todos los espacios políticos que tienen representación institucional, por favor y de manera urgente, busquen organizar una mesa de diálogo madura, una mesa de diálogo donde queden en la puerta las ambiciones personales y políticas (lícitas pero en otra normalidad) para poder abordar con sensatez este primordial Plan de Vacunación para planear transitar el nuevo orden social que nos dejará esta pandemia.
Muchos hemos pasado la experiencia de vivir en la burbuja del poder, desde allí se ven las cosas muy distintas, por eso les pido que escuchen, que escuchen y accionen, porque no hablo desde ninguna superioridad, no hablo desde ningún pedestal de iluminado, hablo desde la experiencia de haberme equivocado; por ello les pido humildemente que reflexionen, miren a nuestro pueblo de abajo hacia arriba pero fundamentalmente a los ojos, tengan la capacidad de poder pensar el día después (eso es la política), dejen de lado las disputas que atrasan, que paralizan y precarizan las soluciones; dejen de lado la miserable condición de privilegio y caminen a la par de su pueblo, si no lo hacen, no tengan duda alguna que van a sentir “tronar el escarmiento”.