"Todo lo que necesitas ahora es un twit" / Por Luis E. Rositto
El intendente Britos entre la verdad y la post verdad
Los que entendemos al periodismo como una especie de antesala de la historia, nunca debemos olvidar el triste ejemplo de quienes olvidan por pasión o conveniencia que sólo una cosa justifica la existencia de todo buen periodista en este mundo: la verdad.
Sobre esto trabajan, también, analistas, gurúes, focus group, y demás yerbas, convencidos que los hechos objetivos –verdaderos- son menos influyentes en la formación de la opinión pública que la emoción que se puede producir en la gente a través –como en este caso- de un simple twit o las creencias propias de cada uno. Algo que dio en llamarse: post verdad.
El twit del intendente Guillermo Britos, posteado el 21 de enero a las 10:55, en su cuenta personal de la red del pajarito, decía textualmente: “Cómo escondemos que el Municipio resolvió el problema del que venimos hablando hace unos días y criticando con mentiras? Tiremos un fallecido de 85 años con patologías previas en la tapa. Seguimos asustando a los vecinos y no hablamos de logros del gobierno Municipal. Patético.”
Patético, me resulta pensar que un diario con 110 años de historia y un presente que nos tiene como líderes de una vasta región, en cuanto a la importancia de nuestra edición digital, tenga que pensar qué nota tiene que publicar en su tapa para que no se enoje el señor Intendente.
Más aún cuando, a dos páginas de la tapa en cuestión, tiene la nota que –suponemos- era la que él quería ver en tapa.
Patético, me resulta leer “Cómo escondemos que el Municipio resolvió el problema del que venimos hablando hace unos días y criticando con mentiras?”, en el twit del Intendente; cuando sabemos que todos los temas del ámbito municipal han sido replicados por este medio objetivamente, con un mínimo de tres o cuatro notas diarias –a veces más- donde reflejamos su accionar y el de sus funcionarios.
Patético, es acusar constantemente de mala intención a todo aquello que no coincida con sus gustos y preferencias.
Patético, sería que acalláramos las voces de ciudadanos y ciudadanas que se animan a pensar diferente y decirlo. “Hasta el pelo más delgao, hace su sombra en el suelo”, dice el Martín Fierro. Nuestra convicción es reflejar todas las voces.
Patético, es decir, livianamente, “Tiremos un fallecido de 85 años con patologías previas en la tapa. Seguimos asustando a los vecinos y no hablamos de logros del gobierno Municipal. Patético”.
Una muerte nunca es un actor secundario. Mucho menos, usable para cubrir intereses o intenciones de tan poca monta –en relación al hecho- como ocultar otra nota que, para el señor Intendente, era más importante.
La tapa del diario tiene cada día, una etapa de selección y otra de discusión para finalmente consensuar la mejor oferta para nuestros lectores. Es un rito. Y ninguno de nosotros usaría una muerte con otro fin que lo noticiable. Mucho menos para asustar a los vecinos, aunque no deja de despertar conciencia de la magnitud del enemigo que hoy estamos enfrentando, la pandemia. El Intendente lo dijo a la mañana, nosotros lo publicamos a la noche.
Me preocupa que el Intendente y algunos de sus funcionarios sean tan amantes de la ecuación amigo-enemigo; que se hable con tanto énfasis de la “mala intención”; que haya tantos adeptos al "ojo por ojo" bíblico; que sean tan pocos los que piensen como Gandhi que "ojo por ojo, el mundo se quedará ciego."
No hay que olvidar que siempre las verdades absolutas tienen pruebas, mientras que, las verdades relativas se construyen, en este caso, en defensa propia.