La cuestión ambiental con perspectiva de desarrollo

Desde el concepto “el desarrollo sostenible es vida”, me parece que deberíamos planteamos abordar la cuestión ambiental con perspectiva de desarrollo para proyectar una agenda inmediata en cada espacio de gestión, la realidad se impone y se debe actuar en consecuencia, el cambio climático nos lo exige. La necesidad de este abordaje se debe a los cambios bruscos que la pandemia dejo y dejará expuesta y que esos cambios en casi toda su dimensión quedarán como nuevo paradigma de interacción socioeconómica, por lo tanto la construcción debe ser colectiva porque de ninguna manera la equidad puede realizarse por decreto, y sin equidad no hay posibilidad alguna de un desarrollo sostenible y mucho menos navegar acciones en la cuestión ambiental. Pero sí sabemos que si logramos algunos equilibrios primarios, podemos llegar a su abordaje de forma simultánea. Organismos mundiales (ONU, BID, UNICEF, UNESCO, OEA y OPS) están prácticamente unificando la agenda, la cuestión ambiental es elemental para poder pensar el futuro inmediato y sin desarrollo sostenible tampoco hay posibilidad de pensar de manera conjunta.

La pandemia aceleró la discusión y expuso crudamente sobre la mesa de debate una percepción de la realidad que puede arribar a cambios muy profundos, esencialmente porque se está trabajando desde una alianza ética, porque la humanidad volvió al centro de la escena: la supervivencia de la humanidad. Varios especialistas y académicos la llaman “ética para el desarrollo” y que está llevando a que la ética vuelva a comandar la economía, ya que en las últimas cuatro décadas, la brecha entre economía y ética es inconmensurable. Desde esta mirada redireccionamos el consumo y los consumidores: un juego de mercado limpio, productos saludables, empresas amigables en la cuestión ambiental, precios razonables y en concordancia con políticas públicas. La alianza, indiscutiblemente, debe ser pública-privada, de lo contrario se volverá a caminar sobre los conflictos de la globalización fracasada (esa mirada esférica del Consenso de Washington que desde mi humilde mirada se intentará volver a instalar con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca) y no el poliedro en donde podemos visibilizar al hombre y su medio (Encíclica Laudato Sí, Francisco, 2015).

El Desarrollo Sostenible es vida, todos podemos recibir el impacto del desarrollo y también su ausencia, para hablar de democracia hay que hablar de desarrollo y viceversa, para hablar de desarrollo hay que hablar de democracia. El debate está abierto.