Opinión
Arsénico en el agua de Chivilcoy: un tema que merece más respuestas
El 12 de diciembre de 2018, LA RAZÓN informaba que el Juzgado Nº 6 de Mercedes, a cargo del juez Martín Cherubini, determinó que el agua que se consume en la ciudad “no es apta para el consumo humano” por el alto grado de arsénico, lo que obligaba a la empresa ABSA a realizar las obras necesarias para que el agua de Chivilcoy llegue a los estándares permitidos, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, que es de 0,01 de arsénico.
De esta manera, la lucha de vecinos desde hace mucho tiempo tenía el corolario que tenía que tener y se visibilizó una problemática que, por lo general, no aparece en la superficie de la agenda política. Una de esas obras fue la planta de ósmosis inversa que se construyó en el Polideportivo Municipal, que se inauguró en julio de 2019 con la presencia del entonces vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador (quien en sus palabras dijo “a tomar agua y a cuidarla”); el senador Leandro Blanco; el intendente Guillermo Britos; el presidente de ABSA, Rafaelle Sardelle; la presidenta del Concejo Deliberante, Patricia Mangino; las concejales Lourdes Zaccardi y Sofía Matteuci; el encargado de la Defensoría del Pueblo, Facundo Benegas y vecinos integrantes de la Asamblea por el Agua de Chivilcoy.
Con el tiempo, al hacer muestras de la calidad del agua, los niveles de arsénico no bajaron, por el contrario, aumentaron. En julio de 2020, tras una primera reunión con el nuevo presidente de ABSA, Germán Ciucci, se informó que sólo un módulo estaba funcionando en la planta de ósmosis inversa y los análisis daban alrededor de 0,4 de arsénico, es decir, por encima de los parámetros de la OMS. Con el fin de supervisar que el agua de Chivilcoy vuelva a ser apta para el consumo humano, se creó una Comisión Fiscalizadora, creada por ordenanza municipal en 2018, integrada por concejales, funcionarios municipales, la Defensoría del Pueblo y vecinos, principalmente de la Asamblea por el Agua de Chivilcoy.
Desde el inicio de la actual gestión, los integrantes de la Comisión Fiscalizadora se reunían mensualmente con el referente del sector de calidad de la empresa ABSA, ingeniero Luis Bruzzone y los resultados son publicados, a través de gacetillas de prensa. Precisamente, en la última reunión, que fue el 12 de diciembre, se expresó que “durante la reunión se expusieron los resultados de las muestras de agua tomadas por la Autoridad del Agua, organismo de control del servicio de agua y cloacas de la Provincia de Buenos Aires, y la misma confirmó que el servicio se encuentra dentro de los parámetros establecidos por la ley provincial”. Los números y detalles de esas muestras no se dieron a conocer.
Desde entonces, no se han vuelto a recibir gacetillas respecto a resultados de otras reuniones. Ante una consulta a un integrante de la Asamblea por el Agua de Chivilcoy, la respuesta fue: “esta semana vamos a ver los análisis que llegaron del ADA (Autoridad del Agua) hace unos días y compararlos con los de ABSA porque parecería que no hay coincidencia. Cuando tengamos datos claros te avisamos. Y faltarían también los últimos análisis de CAZMA “.
Son pocas las respuestas y poco claras ante un tema tan importante como es la salud de la población y el derecho a consumir un agua de calidad. El texto del fallo del juez Cherubini, cuando dictaminó que el agua de Chivilcoy “no es apta para el consumo” fue lapidario para las autoridades de ABSA, del municipio y del gobierno de la provincia de Buenos Aires de ese entonces, pero la situación no parece haber cambiado.
Ahora, a un año de haber asumido las nuevas autoridades, el tema parece haber quedado en el olvido. No se dan a conocer públicamente los resultados de los análisis, no se explica cuáles son esos parámetros normales a los que habría llegado el agua de Chivilcoy, ni se informa qué pasará con la planta de ósmosis inversa, la obra que ABSA debió realizar tal como lo ordenaba el fallo judicial, pero que pocos resultados ha dado hasta el momento, si van a iniciar otros módulos para procesar más agua de la ciudad… Muchas interrogantes que, lamentablemente, no tienen respuestas.
Si bien es cierto que se vive en una situación tan complicada que genera la pandemia de COVID 19, el tema del agua también debería ser prioritario, quizá tanto como la importancia de vacunar contra el coronavirus, porque hace a la salud pública y al derecho de todo ser humano a consumir un agua de calidad.