Opinión
La gloria no se entrega…
Por: Ariel FranetovichLo acontecido en los últimos días, la remoción de Natalia Wildner del cargo de Delegada del Registro Civil Chivilcoy y la forma en que se hizo, me invita a hacer algunas reflexiones.
Natalia fue mi secretaria de producción en una etapa histórica de desarrollo local que experimentó Chivilcoy, y me complace que no haya vendido su honor, su historia, porque la gloria no se entrega.
Debo decir que si alguna vez me sentí decepcionado y hasta resignado por algunos gestos, estas actitudes me reaniman. Quien sabe que fue protagonista de algo importante que quedará en la historia lo valora y no lo rifa.
Este acontecimiento desgraciado de convertir al Registro Civil en una herramienta electoral comandada por La Cámpora, a través de su representante en Chivilcoy, quien fuera la candidata a intendente del Frente de Todos, no es más que el reflejo de lo que está ocurriendo en el gobierno nacional. Vemos, lamentablemente, un brutal copamiento de ministerios y reparticiones nacionales, provinciales y municipales únicamente con fines electorales.
Es asombroso el desprecio a la gestión que se evidencia en los principales referentes del poder en el gobierno. Da la sensación de que tomaron a este período, desde el día uno, como una etapa de transición para armar sus plataformas electorales. La lógica es ocupar la mayor cantidad de espacios de poder posibles con miras a las elecciones ejecutivas del año 2023.
Todo ello sin tomar conciencia de lo que está viviendo nuestro país y de las necesidades imperiosas de gestionar y trabajar para resolver las urgencias y las dificultades que, temo, pueden convertirse en un tsunami que los arrastrará más rápido de lo que imaginan si siguen con esta actitud.
Decían que vinieron para “ser mejores”. Lamentablemente, el espanto de la gestión de Macri resucitó a La Cámpora con “el cuento del tío” Alberto. No vaya a ser cosa que el espanto ante estas acciones termine resucitando a Macri.
Además, se sigue fomentando, desde ambos lados, la polarización. La oposición hablando de las capacidades del líder de La Cámpora y su pragmatismo, no es más que la elección de un adversario a medida, sabiendo que es imposible que ese proyecto sea elegido por nuestra sociedad. Esa complicidad de polarizar y acomodar el escenario electoral le hace mal a la política porque puede desembocar en un nuevo “Que se vayan todos”.
Esperemos que reaccionen, que entiendan que deben postergar sus aspiraciones electorales para escuchar a la gente, comprender la dimensión de la problemática social y económica que se agrava día a día y ponerse a trabajar para dar las respuestas que la sociedad demanda.