Opinión histórica
José de San Martín, nuestro Padre de la Patria y el Libertador de América: repensar la fábula impuesta como verdad
Por Joaquín Castañárez (1)Aclaro que el siguiente escrito sólo busca tratar de incentivar la reflexión sobre a quién recordamos como prócer y qué enseñamos al respecto del tema. También, advierto que no trataré de demonizar a San Martín. Simplemente señalaré, muy resumidamente, que sus acciones las llevó a cabo en función de su anglofilia (2). Es clave entender esto, porque la interpretación que se hace comúnmente está totalmente desvinculada de lo que marcan los hechos comprobables.
Como es sabido, en las escuelas y universidades se enseña que el personaje en cuestión fue quien nos independizó y, además, liberó a Chile y Perú. Esa creencia incuestionable ya es parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, no fue ni el “Padre de la Patria” y mucho menos el “Libertador de América”. Siguió órdenes británicas desde el día que llegó hasta que se fue porque, para él, la Democracia en Sudamérica era imposible y se necesitaba un protectorado apoyado por una potencia extranjera. San Martín era un convencido de que las naciones europeas, y en especial Inglaterra, eran las únicas que podían hacer prosperar a estos pueblos.
Por un lado, afirmar que nos independizó de España es erróneo: luchó en San Lorenzo, pero no fue más que un combate irrelevante y, además, la verdadera independencia se empezó a gestar en mayo de 1810 con la instalación de la Primera Junta.
El 9 de julio de 1816 en Tucumán fue una puesta en escena de los partidarios de la monarquía para buscar un protectorado europeo (3). Como esa estrategia no funcionó, volvieron a intentarlo en el Congreso de Buenos Aires de 1819 (cuyos miembros eran los mismos que estuvieron en Tucumán para declarar la independencia) aceptando las condiciones que impuso Luis XVIII para que un príncipe francés reinara en Buenos Aires.
Ante el rechazo rotundo (4) de Carlos María de Alvear y José Miguel Carrera, ambos intentos no prosperaron. Otorgarle todos los logros a una sola persona es olvidar injustamente a todos los hombres y mujeres que contribuyeron a formar la República Argentina. Hubiésemos sido independientes sin San Martín porque este proceso era parte de una partida de ajedrez mundial entre las potencias europeas.
Además: decidió irse cuando lo necesitábamos con más urgencia para fundar un nuevo gobierno libre y democrático. Al darse cuenta que su proyecto monárquico ya no se podía realizar, partió hacia Europa en 1822 y nunca más volvió.
Por su parte, el título de “Libertador de América” es también erróneo, dado que no expulsó a los españoles de Chile sino que los responsables fueron Bernardo O’Higgins, José Miguel Carrera y Ramón Freire; en Perú no ganó ninguna contienda y, además, algo gravísimo que nadie menciona, no cumplió su misión más importante: recuperar las cuatro provincias más ricas del Alto Perú (hoy Bolivia) que le pertenecían históricamente a Argentina, es decir: las perdimos por los errores estratégicos de San Martín y terminaron siendo liberadas por Simón Bolívar y Antonio Sucre en 1825 y 1826. En relación a esto, creer que el Plan de cruzar los Andes fue una idea de él para fundar Repúblicas es ir a contramano de lo que marca la Historia. Obviamente que su ansiado objetivo de crear protectorados con príncipes europeos no tuvo éxito porque Europa no brindó el apoyo necesario (5).
Cuestionar al padre implica meterse con una gran familia y, además, ganar impopularidad porque, como bien expresó el escritor Martín Kohan, “San Martín y Argentina se han hecho el uno al otro”. Pese a eso, el intento de cuestionar una fábula impuesta como verdad es lo que vale la pena.
1.- Estudiante del Profesorado de Historia del I.S.F.D N°6 “Domingo Faustino Sarmiento” de Chivilcoy.
2.- Anglofilia es la simpatía y admiración hacia lo inglés.
3.- El Congreso de Tucumán, una vez declarada la Independencia de toda dominación extranjera, habilitaba a Juan Martín de Pueyrredón (Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata) negociar con la Casa de Braganza de Portugal la coronación de un príncipe portugués en Buenos Aires.
4.- San Martín había acordado con los agentes ingleses que en Buenos Aires reinaría un francés y que Inglaterra se quedaría con Chile y Perú para que puedan sacar ventajas comerciales de sus puertos.
5.- No sólo San Martín estuvo a favor de implantar el sistema monárquico. También compartían esta idea, entre otros: Manuel Belgrano, José Rondeau y Juan Martín de Pueyrredón. En cambio, sus opositores principales fueron Carlos María de Alvear (el falso traidor de la patria de nuestra historia) y José Miguel Carrera. Ambos compartían la idea de fundar Repúblicas basadas en el modelo republicano de Estados Unidos.