Salud

Secuelas pulmonares del Covid 19

Dr. Julio Hercovich
domingo, 11 de octubre de 2020 · 10:34

Siendo el COVID 19 una enfermedad respiratoria nueva, es prematuro predecir sus secuelas en el aparato respiratorio y algunos datos se analogan al SARS y MERS, enfermedades causadas por coronavirus, en las cuales los sobrevivientes quedaban con un 30% de anomalías pulmonares.

Aun así, ya comenzaron a publicarse estudios, especialmente en China y editoriales en revistas inglesas, sobre complicaciones a largo plazo y recomendaciones de seguimiento en estos pacientes.

Recientemente en British Medical Journal se publica un artículo definiendo el Covid posagudo, como aquel que se extiende más allá de tres semanas y el Covid crónico, aquel con síntomas de más de doce semanas, siendo desde los más leves (tos, fiebre de bajo grado, fatiga, dificultad para respirar, cefáleas, dolores musculares, cansancio) hasta más serios (disnea severa, alteraciones de memoria y atención, depresión) vinculadas a fibrosis pulmonar, insuficiencia cardiaca, enfermedad tromboembólica, síndrome de fatiga crónica, neuropatía periférica, entre otros.

En referencia a las secuelas pulmonares sobre 57 pacientes en China, 40 casos no graves y 17 graves, el 54.3% presentaron hallazgos anormales en la tomografía computada de tórax, el 12.3% valores inferiores al 80% en la capacidad pulmonar total y 52.6% en la capacidad de difusión de CO(DLCO), mayor en los casos graves y el 22.8% deterioro de las presiones bucales inspiratorias y espiratorias así como caída de la saturación de 02 en el test de marcha de seis minutos.

Al seguimiento a 30 días, continuaban con tos, falta de aire y silbidos en el 22.5% de los contagiados, persistieron las anomalías en la TC de tórax (opacidades en vidrio esmerilado) en el 95% de los graves y en el 37.5% de los leves y moderados. Las alteraciones halladas en la prueba de difusión de CO, que valora el intercambio de gas desde el alvéolo pulmonar al capilar ocurrieron en más de la mitad de los pacientes, algunas atribuibles a fibrosis y otras a trombosis como parte del fenómeno inflamatorio del COVID. Se  encontró un alto porcentaje de pacientes con deterioro obstructivo y restrictivo de la función respiratoria sin patología respiratoria previa y más de la mitad con disminución de la fuerza muscular respiratoria, medible con las presiones bucales espiratoria e inspiratoria.

Una autoridad en el campo de las enfermedades del intersticio pulmonar, Ganesh Raghu, publicó en Lancet, recomendaciones para el seguimiento de pacientes recuperados de COVID, aun sabiendo que es demasiado pronto para saber cuáles tienen mayor riesgo de enfermar más gravemente, desarrollar complicaciones a largo plazo o si se resolverán o quedarán con secuelas. Entre estas, sugiere un seguimiento estricto después del alta mediante consultas personales o telefónicas o ambas a los 1, 2, 3, 4 y 6 meses y posteriormente a los 9, 12, 18, 24, 30 y 36 según el grado y la extensión de la afectación y el deterioro pulmonar según el caso con análisis sanguíneos, tomografía computada de tórax y  pruebas de función pulmonar como Espirometría, test de marcha de seis minutos, volúmenes pulmonares capacidad de difusión de CO y presiones bucales máximas. Por lo que resulta la necesidad de un seguimiento cercano de los recuperados con exámenes no invasivos, los cuales disponemos en nuestro medio.

 

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