¿El ocaso de los periodistas?

Es duro leer un título como el publicado por Ud. (Federico Andahazi) el pasado 6 de abril, donde generaliza una profesión como responsable de un fracaso porque estimo quiere justificar al final lo bueno que sería tener un presidente Licenciado en Economía.

Ud imagine si a partir del recordado “ganó Scioli” de un conocido periodista uno generalizara con el título que encabeza este artículo…  ¿cuál sería su reacción?

Salvo que Ud. no se incluya entre los periodistas, seguramente le arrancaría deseos de contestar esa temeraria pregunta.

Pero, posiblemente su deseo de ver un economista conduciendo el País no le permite ver que hemos tenido tales profesionales en la responsabilidad de la hacienda pública y hemos experimentado todo tipo de teorías económicas justamente diseñadas por quienes Ud. pretende que nos gobiernen..

El resultado está a la vista.

Pero esto tampoco elimina a esta noble profesión del listado de candidatos para conducir un País sino que me inclino por pensar que lo que hasta ahora está fracasando es “la política”.

Ha fracasado la decisión política de la elección de quienes deben diseñar y aplicar herramientas acordes con el proyecto a desarrollar y probablemente también puede suponerse que hubo fallas en la orientación de estos modelos, pero, considerar que hay una profesión más idónea que otra para la conducción política, me acerca a pensar que es una propuesta casi fuera del concepto democrático.

Si se hace un rápido repaso entre presidentes y primeros ministros cercanos en el tiempo aparecen Dilma Roussef, Alejandro Correa, Emanuel Macron con orientación en economía, mientras que otros tienen variadas profesiones u oficios que poco tienen que ver con su propuesta. En Canadá hay un licenciado en literatura, en Alemania una física, en Finlandia y en la República Popular China un ingeniero, un abogado en Dinamarca y podemos seguir.  No creo les vaya mal en economía.

Cuándo vamos a pedirle a un candidato que además de sus ideas, que generalmente son buenos deseos que casi son compartidos por la gran mayoría, nos explique “el cómo?”. Quién va a estar en contra de un País con pleno empleo, con buena distribución de ingresos, con educación de buen nivel, con empresas que produzcan en condiciones competitivas, y todas las frases que se escuchan? ¿Quién va a plantear que no quiere el bienestar de su gente?. A partir de estos conceptos básicos que se deberían dar por supuestos, ¿por qué no empezamos a preguntar cómo lo harían? Ya sé la respuesta. No darán explicaciones. Lo dijo el ex Presidente Menem… ¡¡no me votarían…!!!

Ing. Eduardo A . De Lillo

Secretario de Hacienda