Por Luis Rositto
Confieso que he vivido…
Con los años la vida te pone en lugares donde tus convicciones –que son las mismas de siempre- empiezan a llenarte el culo de preguntas. Mis héroes en esta historia siempre fueron los mismos, Yrigoyen, Ghandi, Moreno (Mariano), Belgrano, San Martín, Dorrego, Illia, y algunos otros que me atravesaron circunstancialmente, me emocionaron y después se diluyeron. Eso me hace dudar sobre si acaso he vivido al pedo. Quise cambiar de paradigmas y puse lo mío. No creas que no lo intenté; usé ropa de marca, me desnudé sólo cuando era inevitable, tal vez me reí mucho cuando todos estaban serios, y usé mi seriedad para lo que a todos causa risa; nunca quise manejar un auto; callé más de lo que debía callar, nunca supe bien para qué servía el dinero, fui partidario de morder la manzana, del aborto y de los profilácticos; odié a los políticos corruptos y a los usureros; leí demasiado menos de lo que debí haber leído, bebí bastante más de lo aconsejable y menos de lo que hubiese querido; abrí demasiadas puertas y no entré definitivamente en ninguna; me intoxiqué de ausencias en los años de plomo, entendí que la verdad, el dolor y la pobreza, nunca tienen dueños ni culpables, sólo las usan.
Por supuesto que no entran en esta disgresión artistas de todos los géneros y hasta algunos curas que entendieron que la Humanidad es Dios. A los cuales admiro.
Una de las pocas certezas que nos quedan es que somos el país de las eternas dicotomías, causa y régimen; pueblo u oligarquía; unitarios y federales; radicales y peronistas; la teoría de los dos demonios y tantas otras.
La única que atravezó a todas las épocas es la que encarnan el país real versus el país político. Casi siempre -salvo honrosas excepciones- el país real pagó los platos rotos del país político.
•El país político…
Me trajo a la memoria una canción, Ciudad mágica, en la voz del Chano, poniéndole marco frenético al baile de nuestro presidente después de ganar las elecciones del 2015. ¿Se acuerdan? Por las dudas se las recuerdo…
Ciudad Mágica
Tan Biónica
Intento seguirte pero no doy más
Sospecho que el tiempo se nos va a acabar
Estás algo loca y sos tan clásica
Dejá que la noche nos proponga más
Decime que sí, hacé como yo
A veces sos tan genial
Persigo tus ojos por la capital
Me gusta que seas tan dramática
Tus ojos dibujan una eternidad
Y está muy bien así
Por hoy no pienses más
Yo sé que lo necesitás
Me quedo con vos
Yo sigo de largo
Voy a buscarte
Que noche mágica ciudad de Buenos Aires
Se queman las horas
De esta manera
Nadie me espera
Como me gusta verte caminar así
Me quedo con vos
Yo sigo de largo
Voy a buscarte
Me mata como te movés por todas partes
Se queman las horas
De esta manera
Nadie me espera
Como me gusta verte caminar así
Algunos momentos de esta eternidad
Me son suficientes para recordar
Tus piernas bailando son tan mágicas
La noche se presta para mucho más
Y está muy bien así
Por hoy no pienses mas
Yo sé que lo necesitás
Me quedo con vos
(…)
Se queman las horas
De esta manera
Nadie me espera
Como me gusta verte caminar así
Me quedo con vos
(…)
Se queman las horas
De esta manera
Nadie me espera
Como me gusta verte caminar así
Que noche mágica ciudad de Buenos Aires
Como me gusta verte caminar así
Me quedo con vos
(…)
Se queman las horas
De esta manera
Nadie me espera
Como me gusta verte caminar así
•El país real…
El más postergado en toda esta historia, encuentra en la profundidad del Nano Serrat una lectura de la situación más acorde a la realidad que se pretende tapar con demasiado fuego amigo, números, ninguneos, aprietes, entrega y represión.
Disculpe El Señor
Joan Manuel Serrat
Disculpe el señor si le interrumpo,
pero en el recibidor hay un par de pobres
que preguntan insistentemente por usted.
No piden limosnas, no...
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.
No entendí muy bien sin nada que vender
o nada que perder,
pero por lo que parece tiene usted alguna cosa
que les pertenece.
¿Quiere que les diga que el señor salió...?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da, no se quita...»?
Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar, desde la retaguardia,
por tierra y por mar.
Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,
y que Dios, se lo pagará.
¿Me da las llaves o los echo?
Usted verá que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres
y siguen llegando.
¿Quiere usted que llame a un guardia
y que revise si tienen en regla sus papeles de pobre...?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero...»?
Disculpe el señor pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y curiosamente,
vienen todos hacia aquí.
Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé...
Le dejo con los caballeros y entiéndase usted...
Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame...
Que Dios le inspire
o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.