Por Ing. Antonio Martín

Sobre lo seco…, mojado

domingo, 13 de mayo de 2018 · 00:00

Hace apenas 6 meses atrás… (sí, sólo 6 meses, no el siglo pasado) a principios de noviembre, se estaba sembrando la soja, el maíz evolucionaba favorablemente gracias a la humedad disponible en el suelo, y se estaba a las puertas de una cosecha de trigo que pintaba bien. Recordemos que hasta el mes de octubre de 2017 la lluvia caída en el partido de Chivilcoy rondaba los 1000 milímetros, generando algunos inconvenientes en la siembra de maíz y también problemas de enfermedades en el cultivo de trigo.

Pero nadie se imaginaba lo que iba a venir después. La soja se sembró, el maíz se desarrolló y el trigo se cosechó y, a la par, se estaba gestando una campaña muy complicada desde el punto de vista de la ausencia de lluvias y el desarrollo de altas temperaturas, sobre todo en los meses de enero y febrero de 2018.

Y los días pasaban y las lluvias no llegaban… fue así que vivimos un período de casi 5 meses con muy pocas lluvias y, además, dispersas y uno de los veranos más cálidos y secos de los últimos años, al menos en nuestra zona, según consta en varios informes periodísticos. Entre los meses de noviembre de 2017 y marzo de 2018 llovieron solamente 128 mm, lo que prácticamente debería llover solo en un mes de verano.

Se hicieron algunas evaluaciones de cultivos como para determinar el impacto que la sequía y altas temperaturas estaban generando y llegamos a la conclusión de que habría recortes importantes en rendimientos, que luego se materializaron al momento de cosecha, por fines de marzo de este año y durante el mes de abril. Estimamos recortes de hasta un 50 por ciento en maíz, de un 30 a 35 por ciento en soja de primera, y de hasta 100 por ciento (el algunos casos) para soja de 2da.

Pero todo eso ya es historia, como tantas cosas en la Argentina, la historia parece que se escribe más rápido que en otros lugares del planeta. Hace 6 meses el dólar (tan mítica moneda para los argentinos) cotizaba alrededor de los $ 17.50, el trigo valía $ 2.750, la soja $ 4.400 y el maíz cotizaba a $ 2.400 por tonelada. Y ahora, al cierre de la semana, el viernes 11 de mayo de 2018 (reitero, 6 meses después) los precios vigentes son para el dólar, alrededor de $ 24 (para colocar un número redondo), el trigo $ 5.700, la tonelada de soja paga $ 7.100, y el maíz a $ 4.100. Todo esto ante un contexto internacional que también impacta en la Argentina (más que en otros países, no cabe duda), con ajustes de tasas, volatilidad en los mercados, caída de los stocks mundiales de las materias primas, aumento del barril de petróleo crudo, etc, etc, etc.

Volviendo a los precios, hubo aumentos del 37 por ciento en el caso del dólar, del 110 por ciento para el trigo, del 60 por ciento para la soja, y del 70 por ciento para el maíz. Entre medio, se perdieron unas 20 millones de toneladas de soja por la sequía, y habrá que agregar las pérdidas actuales por los excesos de lluvia y humedad (pérdida por desgrane en planta, por brotado del grano, por mermas en calidad, etc, etc.), de 12 millones de toneladas o más en maíz (sequía primero y exceso de humedad ahora), lo cual genera que, en esta campaña, el país pierde más de 7.000 millones de dólares a precios actuales de mercado, por el impacto del clima.

Para ir cerrando, en estos últimos días hemos podido escuchar varias noticias relacionadas con la volatilidad de los mercados y el precio del dólar y, además, que el Banco Central de la República Argentina ha vendido en dos semanas una cifra similar en dólares para sostener la cotización de la moneda... (¿?), recursos que sin dudas van a faltar.

¿Cómo poder planificar a mediano y largo plazo con estas variables?, y eso que no se ha mencionado en estas pocas líneas todas las demás variables del mercado… costos internos, combustibles, presión tributaria, inflación… y solo pasaron 6 meses.

¿Es fácil vivir en la Argentina?, hay que ser muy argentino para bancarse todo esto, de manera recurrente y no quedar en el camino.

 

Ing. Antonio Martín

 

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