Por: Carlos Dellepiene
Intervención al PJ
Me han pedido una opinión sobre la intervención al PJ en el orden nacional. He leído la Resolución de la Dra. María R. Servini. No veo en ella el señalamiento de alguna transgresión lo suficientemente grave como para respaldar una medida extrema como la intervención judicial.
Sin desconocer las situaciones que se describen, éstas, por su naturaleza política, están fuera del escrutinio de los jueces. No es en el ámbito judicial donde se deben resolver las cuestiones políticas.
Esta no es la primera vez que la Dra. Servini interviene el Partido Justicialista. Lo hizo, con argumentos parecidos, en septiembre de 2005 designando como interventor al compañero Ramón Ruiz. Conozco a la Magistrada porque en alguna oportunidad he discutido en su Juzgado alguna de sus decisiones, sin suerte.
Se trata de una funcionaria de carácter, con muchos años de actuación, acostumbrada a pronunciarse sobre temas sensibles. En el peronismo, como en toda fuerza política, existen diferencias entre grupos o sectores. En condiciones normales estas diferencias se procesan mediante mecanismos acordados (discusiones políticas, elecciones internas, etc.).
El problema se plantea cuando aparecen posiciones antagónicas en cuanto a la naturaleza del peronismo como fuerza política. Cuando falta unidad de concepción. Perón concebía al peronismo como un movimiento de unidad nacional, a distancia de la tradición ideológica de las izquierdas y del individualismo demoliberal.
El Partido era solo una herramienta electoral. Por eso reclamaba unidad alrededor de esta concepción como presupuesto de la acción política compartida. Si faltaba esta unidad de concepción no había diseño que pudiera asegurar el trabajo en común.
Por el contrario, si la visión era compartida, todas las expresiones tenían , por derecho propio, asegurado un lugar en el esfuerzo de conjunto. Perón -hombre previsor-dejó una copiosa literatura. Allí se puede ver que este asunto de la unidad de concepción era para él una preocupación recurrente.
Para terminar, estoy de acuerdo con el ex Gobernador Gioja cuando dice "El Peronismo no es el edificio de Matheu 130, sino que vive en el corazón de la gente". Me permito agregar: allí habrá que ir a buscarlo.