Por Fernando Solari

Producción de alimentos y medio ambiente

jueves, 1 de noviembre de 2018 · 11:57

Desde los comienzos de la vida todos los organismos vivos compiten por los alimentos, y aumentan sus poblaciones en relación al éxito relativo que tengan en esta competencia.

En estos términos podemos definir una plaga como una población que momentáneamente ganó la batalla y se queda con todo.

El hombre no es una excepción y desde su aparición sobre la tierra ha competido por su alimento con otras especies.

La naturaleza por sí sola no proporciona mucha comida para el hombre, y por esa razón la cantidad de humanos en el mundo fue poca hasta que su desarrollo intelectual le permitió inventar la agricultura, esto es poner a la naturaleza a producir lo que el hombre quiere y no lo que produce espontáneamente.

Producto de la agricultura es el aumento permanente de la población mundial, al igual que una plaga el hombre se va quedando con todo.

La otra parte del cuento es que cuando una plaga crece sin limitación de alimento lo hace hasta que este no alcanza y entonces colapsa la población y la naturaleza llega a un nuevo equilibrio que puede ser igual o no al equilibrio anterior.

El hombre nuevamente no es una excepción, hay cantidad de ejemplos de civilizaciones que colapsaron por falta de alimento provocada por ellos mismos al llegar a un deterioro tal del ambiente que nunca se pudo recuperar.

Pero el hombre es imaginativo, el primer paso para evitar el colapso por falta de alimentos es el comercio y la colonización, este proceso ya se cumplió y hoy prácticamente no hay región del mundo deshabitada y el comercio de alimentos llega a todo el planeta.

El segundo paso es desarrollar tecnologías que aumenten la producción por unidad de superficie y este es hoy el único camino para satisfacer la demanda creciente de alimentos, el problema actual es que muchas de esas tecnologías si bien logran el objetivo de producir más alimentos tienen efectos no deseados sobre el medioambiente y podrían llevar a mediano o largo plazo igualmente a un colapso.

Un camino es limitar la demanda de alimentos vía disminución voluntaria de la población, es posible, y se ha dado, en países pobres por la fuerza, como sucedió en China, y voluntariamente en países ricos como los europeos del norte.

El otro camino es desarrollar tecnologías no contaminantes y de poco uso de energía para afectar lo menos posible al ambiente, también es posible, aunque tiene un límite más o menos lejano, nunca nada material es infinito.

No creo que sea posible más o menos rápido regular la población mundial sin colapsos parciales, como las guerras, por lo que supongo que tendremos que hacer un gran esfuerzo para desarrollar las tecnologías necesarias para tener una agricultura lo más eficiente y limpia posible, desde hoy, para evitar un colapso por deterioro del medioambiente en el futuro.

En Argentina hay asociaciones de productores como CREA y AAPRESID e instituciones como el INTA, el CONICET, y muchos profesionales en diversas universidades que están haciendo grandes esfuerzos en el sentido correcto, sin embargo, la corporación política todavía no tiene claro el problema y no contribuye en absoluto a promover los cambios necesarios desde la difusión y promoción de buenas prácticas con incentivos adecuados para que todos adopten las mejores técnicas disponibles.

La mayoría de la población incluidos los docentes y los políticos están ausentes de esta problemática y siguen viendo al agro como un barril sin fondo del cual se puede sacar todo sin darle nada, y las únicas cosas que se les ocurre son represivas.

Una vez un político me dijo que cuando vea a alguien haciendo mal las cosas primero piense en ignorancia y en última instancia en maldad o corrupción, parecería que esto no se aplica con los productores agrícolas y se presume que si hacen cosas mal es de perversos y no de ignorantes.

Medidas como prohibir el uso de agroquímicos a 1000 metros alrededor de una escuela rural (vigente en Entre Ríos) es como tirarse un tiro en un pie, es absolutamente innecesario pues existen tecnologías disponibles suficientemente seguras, pero en lugar de optar por la docencia y el control se opta por la represión, lo que significa sacar de la producción 280.000 ha en esa provincia con una pérdida de producción de aproximadamente $7.000.000.000.

 A un costo de $ 200 por día por persona se puede alimentar a una ciudad de 100.000 habitantes por un año con ese monto.

Yo me pregunto si quienes promueven estas medidas piensan que los europeos son todos estúpidos al usar agroquímicos hasta un metro alrededor de sus casas y un metro y medio de los márgenes de un arroyo.

 

Comentarios