Por Armando Torres

La mesa de “los cuatro fantásticos” puede ser una oportunidad

lunes, 1 de octubre de 2018 · 18:03

La foto de los cuatro dirigentes peronistas –tres  del propio PJ y el cuarto, líder de un frente afín- provocó un efecto revulsivo en la política y en parte de la sociedad. La pieza tuvo sentido de oportunidad en tanto que el deterioro socioeconómico que se precipita en la Argentina y las revelaciones sobre las prácticas del kirchnerismo en el gobierno, alientan el convencimiento de que la Argentina no saldrá de la decadencia por la puerta de la corrupción y el despotismo K ni por la de la soberbia y el infantilismo M.

En tanto “los cuatro fantásticos” no tienen un proyecto aunado, pero si la certeza de que con esfuerzos individuales o colectivos encerrados en ellos mismos tampoco llegarán a nada, realizaron un primer gesto virtuoso: la difusión de una imagen que no los erige, hoy por hoy, en líderes de algo. Es más, si acaso abrieran los brazos para una participación mayor, ninguno de ellos tiene pergaminos ni reúne condiciones suficientes para ser el candidato de la “alternativa”, como llaman al naciente “espacio”. Cada uno carga una parte de la cruz que pesa sobre los políticos: la del fracaso colectivo. No obstante, la situación no los excluye del armado.

“¿Y quién, si no?”, se preguntan muchos, repitiendo uno de los errores que condujeron al país al centro mismo de la decadencia: confiar en la aparición de un Mesías.  El caudillismo, los salvadores de la patria que una vez muertos se convierten en tótemes que con solo tocarlos y cantarles transmiten la espada del poder, representan lo peor de los hábitos políticos argentinos. En esta hora, pensar o seguir a “alguien” por su “magia” representaría caminar alrededor del mismo destino hasta volver al lugar de inicio: la frustración.

La sociedad debería aprovechar la iniciativa de “los cuatro fantásticos” antes de que a ellos se les ocurra que son los indicados para aprovecharla. De allí puede salir una oportunidad para los argentinos si a la mesa se suman dirigentes justicialistas y de otros partidos, pero sobre todo intelectuales, hombres de estado, de las ciencias, de las artes, del pensamiento, educadores, del empresariado (especialmente PyME), del sindicalismo, de las confesiones religiosas, de la juventud, todos individuos con representatividad, reunidos con voluntad de construir un proyecto “superador”, en el que el renunciamiento de los iniciadores sea uno de los gestos fundacionales. Para ser creíbles, “los cuatro fantásticos” deberían firmar un compromiso generoso y patriótico deponiendo sus vocaciones personales presidenciales para 2019.

El grupo ampliado debería constituir una agenda de una docena de temas apuntados al progreso y el desarrollo de la nación, reconociendo la crudeza del punto de partida en su desnudez: salud, alimentación, seguridad, justicia, educación, vivienda, empleo, infraestructura, producción, inserción en el mundo, niñez, tercera edad, medio ambiente, género, etc-, y alcanzar consensos que sean ampliamente comunicados a la sociedad como una guía de gobernanza.

Recién después llegaría la etapa del “quién”, que sería conveniente que por esta vez no surja de una competencia interna, sino de un acuerdo de esa gran mesa sobre las principales candidaturas –la presidencial en primer orden- para que la represente con la seguridad de que contará con apoyo parlamentario y social, asegurando así la necesaria gobernabilidad.  

En esta oportunidad, una competencia interna por las candidaturas recrearía el escenario de egoísmos, divisiones y demagogias que ha llevado a la Argentina al lugar que ocupa, ya que pondría de relieve las diferencias triviales más que las coincidencias sustanciales.

El “quién” debería aportar su cuota de renunciamiento, aceptando ejercer la Presidencia por un solo período de 4 años, insuficiente para desarrollar a la Argentina pero no para encaminarla en un sendero de acuerdos y realizaciones que exorcice a las fuerzas mayoritarias de la sociedad de los vicios que la han encorsetado para que, en el futuro, pueda elegir entre opciones que encuentren en la Constitución Nacional y en la letra del acuerdo originado en la mesa servida por “los cuatro fantásticos”, la inspiración para seguir avanzando.    

En términos de actualidad, la elevada imagen negativa de las dos figuras prominentes de la política nacional de estos días –que puede convertirse en rechazo electoral para ambos-, le abre a aquel “quién” una perspectiva auspiciosa en una eventual segunda vuelta en la elección presidencial de 2019.

Comentarios

2/10/2018 | 16:32
#164795
quienes son los cuatro fantasticos''