Por Martín Herscovich
Hablemos de transparencia
Los ejes de gestión de los gobiernos municipales se han ido transformando a lo largo del tiempo. Algunas décadas atrás se hablaba de "municipios ABL” en el cual los intendentes se tenían que preocupar solo por tener a la ciudad limpia e iluminada. De lo demás debía encargarse el gobierno nacional o provincial. Poco a poco se fue virando hacia un paradigma de descentralización gubernamental donde los niveles más altos del Estado fueron delegando en los gobiernos locales la ejecución de obra pública, la gestión de la salud, la seguridad. Algunos municipios más avanzados también se hicieron cargo del fomento y sostenimiento del tejido productivo local.
Esta descentralización tiene origen en la idea de que los gobiernos locales son quienes mejor conocen la realidad de sus territorios y, por ende, quienes están más capacitados para satisfacer las demandas ciudadanas. A partir de que estas demandas se fueron satisfaciendo surgieron otras que tienen que ver con lo que se denomina "derechos de cuarta de generación”. Básicamente tienen que ver con el acceso a la información pública y a una mayor democratización del uso de nuevas tecnologías.
Es así como surge el concepto de "Gobierno Abierto” que cobra relevancia internacional cuando el ex presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, lanza en 2009 el "Memorándum de Transparencia y Gobierno Abierto” cuyos objetivos son establecer un sistema de gobierno basado en la transparencia, la participación pública y la colaboración ciudadana.
Lamentablemente en Chivilcoy, todavía nuestros gobernantes no se han hecho eco de esta nueva forma de gobernar. El primer paso para lograrlo, que es la implementación de una política de acceso activa a la información pública, o sea de transparencia, solo ha sido declarativa pero en los hechos no hemos visto ningún cambio. Algunas ciudades como Bahía Blanca tienen en su página web las declaraciones juradas de los funcionarios, sus sueldos y sus curriculums. Mas importante aún, se puede ver día a día cómo gasta el dinero el municipio, quienes son sus principales proveedores, quienes ganan los contratos de obra pública y que sectores se priorizan a partir del uso de los recursos municipales.
Incluso los gobiernos nacional y provincial han tomado nota de la demanda de la sociedad en este sentido y se puede acceder a mucho de estos datos de forma fácil y sencilla.
Recuerdo que al inicio de esta gestión se lanzó, con bombos y platillos, la conformación de una "Comisión Investigadora” cuyos resultados quedaron en la nada y solo sirvió para "tapar” durante un tiempo las dificultades que atraviesa el gobierno municipal.
La implementación de una política real de transparencia permite recuperar legitimidad para la acción de gobierno, reducir la desconfianza política e institucional, prevenir la corrupción y reforzar la eficiencia gubernamental, gracias a los incentivos y desincentivos que la transparencia genera. Seguramente también nos evitaría tener que formar una "Comisión Investigadora” con cada cambio de gobierno ya que se facilitaría el control ciudadano de la gestión de manera permanente y actualizada.